Juncker, nuevo presidente de la CE, presenta un plan de "empleo, crecimiento e inversión"

  • "Quiero una Unión Europea que sea más grande y ambiciosa en las cosas grandes y más pequeña y modesta en lo más pequeño", dijo el candidato.
  • A propósito de la inmigración, llamó a la solidaridad de los Veintiocho con los países del sur, los que sufren la peor parte de las llegadas de inmigrantes.
  • Ha recibido 422 votos a favor, 250 en contra y 47 abstenciones.
  • El PSOE votó en contra por orden del nuevo secretario general, Pedro Sánchez.
  • De hecho, más de la mitad de los españoles ha votado en contra.
El luxemburgués Jean-Claude Juncker, en la Eurocámara.
El luxemburgués Jean-Claude Juncker, en la Eurocámara.
EFE
El luxemburgués Jean-Claude Juncker, en la Eurocámara.

El luxemburgués Jean-Claude Juncker ya es el nuevo presidente de la Comisión Europea. Ha recibido 422 votos a favor, 250 en contra y 47 abstenciones. Entre los votos en contra, los de los socialistas españoles tras la orden dada este lunes por el nuevo secretario general, Pedro Sánchez, a sus eurodiputados. Juncker, candidato para el cargo del conservador Partido Popular Europeo (PPE), la formación europea con mayor representación en la Eurocámara en los comicios del pasado 25 de mayo, fue propuesto por los líderes europeos en su última cumbre del 26 y 27 de junio.

El presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, ha sido el encargado de anunciar los resultados de la votación. Schulz ha destacado que este día es "histórico" ya que por primera vez se ha elegido a un presidente de la Comisión que había sido designado por los partidos políticos, de forma que se ha vinculado el voto ciudadano del 25 de mayo con la elección de Juncker.

Juncker, de 59 años, expresidente del Eurogrupo y exprimer ministro de Luxemburgo, ha obtenido el apoyo de su familia política en la Eurocámara, el Partido Popular Europeo (PPE). Aunque socialdemócratas (S&D) y liberales (ALDE) habían apoyado votar a favor del candidato de la formación que consiguiera más escaños en esas elecciones, algunas delegaciones nacionales han decidido saltarse la disciplina de voto por no pagar el precio político de apoyar a Juncker ante la opinión pública de su país. Entre otras, las delegaciones laborista y la socialista española no le han apoyado.

Así, los eurodiputados de los partidos políticos españoles PSOE, IU, ICV, Podemos, ERC y Compromís sumaron 28 votos en contra de la designación de Juncker. Los europarlamentarios españoles que votaron en contra de esa designación representan más de la mitad de los 54 escaños que corresponden al país en el hemiciclo europeo. A favor de Juncker han votado los 16 eurodiputados del PP, el parlamentario de Unió Democràtica, los eurodiputados de Convergència y PNV, los de Ciutadans, así como dos de los cuatro eurodiputados de UPyD (Francisco Sosa Wagner y Fernando Maura).

El eurodiputado del PSOE Juan Fernando López Aguilar señaló a la prensa que en el discurso por la Europa social de Juncker "existe una falta de correspondencia entre los discursos y los hechos". "Como dijimos en campaña Juncker no era nuestro candidato y hemos actuado en consecuencia", señaló.

A este respecto, el eurodiputado del PSOE Ramón Jáuregui ha dicho que no le gusta coincidir en el voto en contra a Jean Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea con euroescépticos como el líder del partido populista UKIP del Reino Unido, Nigel Farage, o la francesa Marine Le Pen. En declaraciones a la SER, Jáuregui ha reconocido que "no es una decisión fácil" ya que aunque "el grupo socialista europeo tiene razones" para votar a favor de Junker, "es necesario ser coherentes" con el discurso del PSOE en la campaña electoral y con el mandato del nuevo secretario general.

Ha añadido que ha habido un "debate interno" sobre qué decisión debían tomar y "para nadie era cuestionable" que la posición debía ser la de votar en contra de Junker, y ha puntualizado que ha habido "fuertes convicciones en esa dirección".

Plan económico

Este martes Juncker presentó en la Eurocámara un decálogo para superar las consecuencias de la crisis, que pasa por reconquistar la Europa social y de mercado sin modificar el pacto de estabilidad y crecimiento (PEC). "Quiero una Unión Europea que sea más grande y ambiciosa en las cosas grandes y más pequeña y modesta en lo más pequeño", dijo el candidato.

Juncker buscó así el apoyo de socialistas (S&D), Izquierda Unitaria (GUE/NGL) y Verdes abogando por la inversión, especialmente la privada, y un modelo económico respetuoso con el medio ambiente. El exprimer ministro luxemburgués y expresidente del Eurogrupo necesitaba obtener un mínimo de 376 votos favorables a su investidura de los 751 escaños del PE.

El expresidente del Eurogrupo se mostró asimismo crítico con la troika (CE, BCE y FMI) y dijo que en el futuro no se podrán llevar a cabo planes de ajuste "sin medir primero cuáles son las consecuencias sobre la ciudadanía". Subrayó que su prioridad al frente de la CE "será reforzar la competitividad de Europa y estimular la inversión para crear empleo".

Anunció que presentará en los tres primeros meses de su mandato y "en el contexto de la revisión de la Estrategia Europa 2020, un ambicioso paquete de empleo, crecimiento e inversión". Juncker reconoció "errores" durante la gestión de la crisis desde Bruselas, pero señaló que "fue como reparar un avión en llamas en pleno vuelo". "No habremos salido de la crisis hasta que no se alcance el pleno empleo", dijo Juncker, que llamó a llevar a cabo reformas para conseguir que la UE sea más competitiva. Abogó por inversiones, sobre todo privadas, aunque advirtió que no se saldrá de la crisis "solo con más gasto".

Sobre el desempleo juvenil, propuso ampliar la garantía de empleo juvenil de los 25 a los 30 años. A propósito de la inmigración, llamó a la solidaridad de los Veintiocho con los países del sur, los que sufren la peor parte de las llegadas masivas de personas a sus costas.

Juncker insistió en que no cree que la UE "pueda basar un crecimiento sostenible en montañas de deuda cada vez mayores" y subrayó ser "plenamente consciente de que son las empresas, y no los gobiernos o las instituciones de la UE, las que crean empleo". Para ello propuso utilizar mejor el presupuesto común de la UE y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), e insistió en que se debe "hacer uso de estos fondos públicos de que disponemos a escala de la Unión para estimular la inversión privada en la economía real".

"Necesitamos inversiones más inteligentes y dirigidas al logro de objetivos específicos, menos reglamentación y más flexibilidad a la hora de utilizar estos fondos públicos", dijo Juncker que estimó que ello debería permitir movilizar hasta 300.000 millones de euros de inversión pública y privada adicional en la economía real en los tres próximos años .

Defendió que el derecho de libre circulación de trabajadores es un valor fundamental de la UE y ensalzó que la moneda única "es valor fundamental europeo y protege a Europa", ambas advertencias a los conservadores británicos y euroescépticos, que mostraron desde su escaño su desagrado con abucheos.

Sobre la lucha al cambio climático, dijo que para seguir siendo "líderes globales", la UE debe comprometerse "como mínimo a un 30 % de renovables de cara a 2030". A propósito del tratado comercial que se negocia con EE UU, Juncker llamó a ser más transparentes pues "no hay nada que esconder".

El exprimer ministro de Luxemburgo pidió asimismo respetar los valores fundamentales europeos y anunció que nombrará un comisario dedicado a hacer cumplir la Carta de Derechos Fundamentales. En el capítulo de política exterior, afirmó que "no habrá nuevas adhesiones a la UE en los próximos cinco años".

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