El presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, ha asegurado que no se arrepiente de haber aplicado una 'línea roja' para que los imputados en casos de supuesta corrupción no ocupen cargos en la primera línea política y, al respecto, ha hecho notar: "Había 11 imputados (en las Corts Valencianes) y ahora hay tres, eso no es fruto de la casualidad".

Así lo ha recalcado el jefe del Consell en una entrevista en la Cadena Ser, que recoge Europa Press, al ser preguntado por si se arrepiente de haber decidido que las persona imputadas en casos de corrupción no puedan ocupar responsabilidades en el Consell, grupo parlamentario y el partido.

"Si no hubiéramos mantenido una actitud como la que yo he hecho difícilmente en estos momentos habría tres imputados —en el grupo popular en las Corts—", ha planteado el también presidente del PPCV, que se ha mostrado convencido de que hay que defender esta postura "por respeto a los afiliados de la Comunitat Valenciana y para ser ejemplares porque los ciudadanos lo están pasando mal".

En el mismo tono, ha agregado: "No puede haber imputados en procesos de corrupción en las listas electorales y en ese sentido voy a mantener esa línea que se merecen los compañeros de partido, los afiliados y el resto de la ciudadanía".

"no hay un decálogo"

Interrogado por qué se puede entender por corrupción, el 'president' ha contestado que "no hay un decálogo de aquellos casos que son de corrupción o no pero todo el mundo entiende perfectamente los que son o no".

En concreto, se le ha preguntado por la situación del alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, imputado en el caso Gürtel, sobre el que Fabra ha comentado: "Considero que es un caso de corrupción".

Igualmente, ha definido como tales "aquellos casos donde la situación ha podido beneficiar a terceros, cuestiones menores como una falta administrativa en la labor de gestión no lo es", ha puntualizado.

A Fabra también se le ha nombrado al presidente de las Corts, Juan Cotino, por las escuchas que han trascendido en el marco del 'caso Brugal' entre el empresario alicantino Enrique Ortiz y el sobrino del presidente de la cámara autonómica, Vicente Cotino.

Sobre esta cuestión y acerca de si está de acuerdo con la consellera portavoz, María José Català, cuando dijo que si fuera Cotino pondría su cargo a disposición, Alberto Fabra ha reconocido que hay conversaciones que no le han gustado "nada". "Y creo que a nadie", ha apostillado.

"Ahí está lo que cada uno puede entender que sea legítimo o censurable, desde luego a mí no me han gustado ni esas ni otras conversaciones de compañeros míos", ha dicho Fabra, que ha reiterado que Cotino estará dentro de la línea roja "en el caso de que sea imputado, haya proceso judicial, se investigue y un juez lo impute para poder testificar". "Yo, como al resto de compañeros, le pediré su escaño, otras cuestiones no me las planteo", ha finalizado.