Sacar dinero del cajero es casi el doble de caro en España que en el resto de la Unión Europea. Las entidades financieras cobran en España una comisión media de 2,53 euros por retirar efectivo con la tarjeta en aquellas entidades que no pertenecen a la misma red, una cifra un 78% mayor que la media de los principales países de la UE, que se sitúa en los 1,43 euros (ver gráfico inferior).

En Alemania, segundo país más caro del entorno, la comisión media es de 2,19 euros. Después se sitúan Italia (1,95€) y Francia (1€). En el caso de Holanda, Reino Unido y Suecia no se cobran estas comisiones. Son datos de un estudio elaborado por la consultora Relance y publicado por la web comparadora Kelisto, que ha analizado el 65,9% del mercado de las tarjetas de crédito y débito.

Las comisiones por retirar fondos en una sucursal distinta a la nuestra, pero de la misma red de tarjetas, registran fuertes variaciones también en función de la entidad. Así, mientras Ibercaja y Banco Popular aplican un recargo por retirada de un mínimo de 0,75 y 0,9 euros, respectivamente, en el caso de Bankia este importe mínimo asciende hasta los 4 euros, según el informe de Kelisto. Si se trata de una retirada en una red distinta, los costes extra oscilan entre los 3 y 4 euros.

"Las comisiones y cuotas de las tarjetas bancarias han experimentado una escalada sostenida desde el año 2005, extraordinariamente elevada en el caso de las tarjetas de débito", explican los autores del estudio. En España, estas tarjetas son las más empleadas por los usuarios (unos 23,8 millones las utilizan), y sirven para realizar más de 578 millones de operaciones al año, frente a las de crédito, que si bien son más numerosas, suponen unos 322 millones de operaciones.

El coste fijo que debían pagar los usuarios de las tarjetas de débito era de unos 10 euros de media hace una década. Actualmente la cuota anual ronda los 20 euros. Pese a que el precio de la cuota anual de estas tarjetas es actualmente el doble que en 2005, los datos recogidos por este estudio muestran que son de las más baratas de toda la UE, solo por encima de Italia (12 euros al año) y Reino Unido (gratis). En el otro extremo se sitúan Alemania (97 euros de media) y Francia (40 euros).

Una subida similar, si bien menos acentuada, es la experimentada en las cuotas anuales de las tarjetas de crédito. Actualmente se sitúa en los 34 euros anuales, de media, un 59% más cara que en el año 2005.

El titular medio de una tarjeta de débito paga, sumadas las cuotas anuales y las comisiones por retirada de efectivo, paga alrededor de 67 euros cada año por cada una de sus tarjetas de débito. De esta cantidad, según los cálculos de Kelisto, unos 22 euros corresponden a la cuota anual y el resto, unos 45 euros, a los distintos recargos que se pagan por sacar dinero en cajeros distintos a los de la propia red.

Más caro aún es el pago medio anual en el caso de los titulares de una tarjeta de crédito. Cada usuario paga al año unos 90 euros por tener y usar cada una de ellas; de este importe total, unos 79 euros tienen su origen en cuotas y el resto en comisiones por retiradas en el cajero. Estos costes adicionales, en opinión de los autores del informe, "tienen mayor impacto sobre las personas en riesgo de exclusión social. La crisis ha cambiado los hábitos de consumo y, con la filosofía de tener lo indispensable, las personas más vulnerables realizarían más operaciones de retirada de efectivo que el usuario medio, pero de menor importe", señalan.

Las cuotas y las comisiones de las tarjetas suponen un negocio para la banca española de más de 3.266 millones de euros cada año. Según los cálculos de los autores del informe, el coste para estas mismas entidades del mantenimiento de su red de cajeros (más de 52.200 en toda España) asciende a unos 840 millones de euros. "Los ingresos son cuatro veces más elevados que los costes de mantenimiento de los cajeros", concluyen desde Kelisto, y apuntan a un beneficio neto de 2.400 millones.

Según la Asociación de Usuarios de Banca (Adicae) la banca española ganó más de 18.400 millones de euros en 2013 gracias a todo tipo de comisiones, lo que supuso una cuarta parte de sus ganancias. Algunas entidades, como el Banco Sabadell, incrementaron sus ingresos por este apartado en un 20%, según esta asociación. Ante este panorama, a finales del pasado mes de junio, la Confederación de Consumidores y Usuarios (Cecu) se unió a Kelisto en una campaña de recogida de firmas con el objetivo de reclamar a las entidades financieras la eliminación de las cuotas y comisiones asociadas a las tarjetas, como ocurre en países como Holanda, Reino Unido o Suecia.

El pasado fin de semana, precisamente, el Gobierno aprobó una rebaja de las comisiones en aquellos pagos que se efectúen con tarjeta. Tal como consta en el proyecto del Ejecutivo, "las tasas estarán limitadas al 0,3% para pagos con tarjeta de crédito y al 0,2% para pagos con tarjeta de débito". En este último caso, además, se establece una cantidad máxima de 7 céntimos de euro en total. A nivel europeo, una solución similar se aprobó el pasado 3 de abril. Esta medida supondrá un ahorro para el comercio minorista de unos 200 millones de euros, según cálculos de la Confederación Española del Comercio.