Multas por los altercados y quema de contenedores tras un macrobotellón en el Raval

  • Una quincena de los 54 detenidos por los graves disturbios de 2006 están siendo juzgados por desórdenes y daños solicitada por la fiscalía.
  • Todos los acusados excepto uno aceptan la rebaja de las penas de prisión a multa.
  • Se espera la declaración de agentes de Mossos y de la Guardia Urbana.
Imagen de archivo de los cacheos de la policía en la Rambla del Raval en marzo de 2006.
Imagen de archivo de los cacheos de la policía en la Rambla del Raval en marzo de 2006.
German Gonzàlez/ACN
Imagen de archivo de los cacheos de la policía en la Rambla del Raval en marzo de 2006.

El macrobotellón de marzo de 2006 en el barrio del Raval de Barcelona ha vivido este lunes uno de sus últimos episodios, al ser juzgados una quincena de los 54 detenidos aquella noche por los graves disturbios provocados en el centro de la ciudad. Todos los acusados excepto uno han aceptado el relato de los hechos propuesto por la fiscalía y el Ayuntamiento de Barcelona, que han ofrecido una rebaja de las penas de prisión iniciales a multas. Dado que el acuerdo de conformidad no ha sido unánime, el juicio se ha tenido que celebrar, y uno de los acusados se enfrenta a penas de varios años de prisión.

El macrobotellón se convocó por internet y se celebró la noche del 17 al 18 de marzo del 2006 en la Rambla del Raval. Puesto que esta práctica vulnera la Ordenanza de Civismo, la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra intentaron disolver la concentración, que acabó con disturbios y barricadas hechas por unas 200 personas por el barrio antiguo de la ciudad, sobre todo la zona de la Rambla, la plaza Real, Colón y la Vía Laietana.

Se quemaron numerosos contenedores y papeleras, y se lanzaron, además, piedras, botellas y otros objetos, como una barra metálica de tres metros de largo contra la policía y sus vehículos, e incluso una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas.

El balance final fue de 68 heridos leves, al menos tres de ellos guardias urbanos, y 54 detenidos, además de miles de euros en daños al mobiliario urbano, un coche particular y otros elementos.

Ya ha habido algunos juicios por aquel caso, pero este lunes se ha celebrado el más numeroso con 14 acusados. Ya se suspendió en una ocasión y este lunes parecía que la fiscalía podría llegar a un acuerdo con todas las partes, ofreciendo una rebaja de las penas, que llegaban a varios años de prisión por daños agravados, atentado a la autoridad y desórdenes públicos.

Han pagado una parte

La mayoría de acusados ya han pagado la parte que los corresponde, unos cuántos centenares de euros, para pagar los daños causados en papeleras y otros elementos, así como las indemnizaciones a los urbanos heridos y la correspondiente multa.

Todos los acusados, uno a uno, han dicho que aceptaban el relato de hechos de la fiscalía y han asegurado que no conocían al resto de acusados. Pero uno de ellos no ha aceptado el acuerdo, puesto que ha asegurado que aquella noche no participó en el botellón ni en los disturbios.

Según ha explicado, aquella noche fue a tomar unas copas con un amigo al passeig Sant Joan. Cuando se dirigía hacia su casa, en la parte baja de las Ramblas, el taxista les tuvo que dejar en la plaza de Catalunya, puesto que la Rambla estaba cortada por los disturbios. Bajaron andando y presenciaron los incidentes. En un momento determinado, iban detrás de una de las furgonetas de la Guardia Urbana, que les hizo poner ante ellos. Después, protegidos tras un quiosco, presenciaron más disturbios, recibieron algún golpe y allí fue arrestado por supuestamente haber lanzado algún objeto contra la policía, a pesar de que él lo niega rotundamente.

Para este martes se espera la declaración como testigos de dos guardias urbanos lesionados, un mosso d'Esquadra y el amigo del único acusado que no ha aceptado el acuerdo.

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