«Trabajo en el centro y el desayuno ya me está costando estos días más caro», dice Maica. 20 minutos ha comprobado la veracidad de la queja de esta lectora.

Una de las prácticas más extendidas es la supresión de la tapa. «Es imposible sacarlas, no daríamos abasto y nos volveríamos locos», asegura un camarero para justificar la medida, que implica, evidentemente, un mayor coste para el que quiera llevarse algo al estómago. El agosto no sólo lo hacen con las subidas. Según cálculos de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, las ventas en las zonas concurridas llegan a aumentar un 30%. Eso sí, para atender la demanda muchos locales incrementan su plantilla hasta un 10%. Para evitar llevarse sorpresas a la hora de pagar, la Unión de Consumidores de Sevilla aconseja consultar los precios antes de pedir.

Los establecimientos hosteleros están obligados a tener la lista expuesta en lugar visible. Compruebe que la cuenta se corresponde con ellos antes de abonarla y, sobre todo, no dude en reclamar algo con lo que no haya quedado satisfecho.

¿Lo ha notado?

Marta Blanco 35 años. «Yo aún no he notado mucho la subida de los precios en Semana Santa, no he tenido la oportunidad. Hoy precisamente podré comprobarlo. Pero, por otros años, sé que los bares se aprovechan mucho».

Ignacio 41 años. «Yo trabajo en el sector, soy comercial de la hostelería. Los bares y restaurantes se aprovechan durante todo el año, pero en estas fechas mucho más y suben bastante los precios. Se nota una barbaridad».

Carolina Redondo 23 años. «Algo sí que han subido ya los precios en general, de la comida y de la bebida. También se nota algo en la calidad del servicio de los bares. Pero como estoy todo el día trabajando, aún no lo he notado demasiado».

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