La influencia impresionista en la percepción de los jardines es innegable y la herencia de Matisse, en los largos trazos de color vivo entre las hojas o las flores que representa Garciarias, es una referencia básica en su obra.  Esos fogonazos de color destacan sobre todo, con el uso del acrílico o cuando utiliza el gouache con el carboncillo iluminando el lienzo con potentes amarillos o colores vivos. El jardín que imagina el artista indisolublemente nos evoca un lago y encuentra su horma referencial en las acuarelas, etéreas por definición, acuosas si se permite la expresión, parece que se van a derramar del cuadro. Pedro Garciarias nació en Cuba, aunque reside en Granada desde 1973 y su formación plástica es autodidacta. Los paisajes son una constante en toda su producción.

* C.C. San Antón. C/ San Antón, 22. Hasta el 28 de mayo. De lunes a viernes de 18.30 a 21.30. Sábados de 12.00 a 14.00 y de 18.30 a 21.30 h. Entrada gratuita.