El Síndic de Greuges de Catalunya, Rafael Ribó, ha renunciado a su condición de aforado, un privilegio que le otorga la ley 36/1985 de creación de la figura del defensor del pueblo autonómico.

Ribó ha informado este martes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Núria de Gispert, y al presidente del Congreso de Diputados, Jesús Posada, para que lo remitan a los grupos parlamentarios y, en su caso, inicien la reforma legislativa pertinente, según ha informado el defensor de los catalanes.

El Síndic ha explicado que ha decidido renunciar a su condición de aforado a raíz de las informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre el anuncio de Rajoy de estudiar una posible reducción de los cargos que gozan de este privilegio.

Ribó ha dado este paso "para ser consecuente con una medida que considera positiva y ejemplar, como suprimir la condición de aforados a todos los cargos institucionales previstos en el sistema constitucional".

La pasada semana, el pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pidió limitar el aforamiento de los cargos públicos al entender que se ha convertido en un "privilegio personal" que continúa en el tiempo en lugar de desaparecer cuando se cesa en el cargo.

Esta petición figura en el informe al anteproyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial que el órgano de gobierno de los jueces aprobó y en el que también solicitó que don Juan Carlos y doña Sofía estén aforados ante el Tribunal Supremo.