El móvil, un sensor bacteriano de nuestra salud: refleja nuestro microbioma personal

Una mujer usa un smartphone.
GTRES

Los teléfonos móviles, los smartphones, que son ya como un apéndice indispensable de nuestro organismo social, podrían tener una importante aplicación para la salud: funcionar como un sensor de nuestro estado de salud. Estos teléfonos reflejan el mundo microbiano personal de sus propietarios, con posibles implicaciones para su uso como sensores bacterianos y ambientales.

Una investigación de la Universidad de Oregon se ha centrado en el microbioma o la colección de microorganismos de cada persona, en los artículos usados o llevados por una persona regularmente, demostrando la conexión microbiológica significativa que se comparte con los teléfonos. Para ello secuenciaron los microbios de los índices y los pulgares de 17 sujetos y de las pantallas táctiles de sus teléfonos inteligentes.

Así, se vio que el microbioma en los smartphones era muy parecida a la del dedo de su propietario, con un 82% de las bacterias más comunes en los dedos de los participantes también presentes en sus teléfonos.

Curiosamente, las mujeres tuvieron una relación más fuerte de sus microbios presentes en sus teléfonos móviles que los hombres, según las conclusiones de esta investigación, publicadas en PeerJ. Las bacterias más comúnmente encontradas fueron de tres géneros que están omnipresentes en los seres humanos: Streptococcus, que se encuentra comúnmente en la boca, y Staphylococcus y Corynebacterium, ambos residentes comunes de la piel.

Los análisis se centraron en categorizar las comunidades microbianas enteras en lugar de identificar los agentes patógenos y los resultados surgieron de secuencias que representan más de 7.000 tipos diferentes de bacterias que se encuentran en las 51 muestras tomadas de los dedos y los teléfonos.

Según el autor principal de esta investigación, James F. Prado, “este proyecto fue una prueba de concepto para ver si nuestras posesiones favoritas y más cercanas llevan microbios similares a los nuestros. Estamos interesados, en última instancia, en la posibilidad de usar los efectos personales como una forma no invasiva de analizar nuestra salud y nuestro contacto con el medio ambiente circundante".

Entre sus usos futuros, se podría incluir la tecnología de secuenciación en tiempo real para detectar los smartphones de los trabajadores de la salud y visitantes del hospital, en lugar de la propia gente, para su posible exposición a agentes patógenos dentro o fuera de un centro médico.

Además, los teléfonos están en todas partes y en contacto directo con gran parte del entorno de una persona, por lo que también podrían ser valiosos para analizar la exposición a "amenazas biológicas o fuentes inusuales de microbios ambientales que no terminan necesariamente integrados en nuestro microbioma humano", destacan los investigadores.

Los resultados también presentan oportunidades para uso científico en el futuro, puesto que los teléfonos podrían utilizarse para el muestreo fácil y no invasivo en los estudios microbianos a gran escala. El siguiente paso es ampliar esta investigación para desarrollar y probar predicciones sobre la propagación de la microbiota entre las personas y con el tiempo, sobre todo en los centros de salud donde las infecciones hospitalarias afectan a 1 de cada 20 pacientes.

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