Un hombre ha aceptado una pena de 10 años de prisión por matar a otro con el que discutió en septiembre de 2012 en un bar de la localidad valenciana de Benigànim. El agresor, tras asestar un navajazo a la víctima, lo llevó a un centro de salud, donde lo abandonó tras ser asistido por facultativos.

Inicialmente, el ministerio fiscal pedía para este hombre, con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, una pena de 12 años de prisión por un delito de homicidio, pero finalmente se ha llegado a un acuerdo con su defensa por el que cumplirá 10 años, ya que se le ha apreciado la atenuante de haber llevado a la víctima a un centro de salud —reparación del daño—.

El hombre ha reconocido este lunes los hechos que se le imputan en un juicio ante un jurado popular en la Audiencia de Valencia, y en el que los forenses han constatado la muerte violenta y la nula defensa de la víctima.

Los hechos se remontan al 30 de septiembre de 2012, cuando sobre las 1.30 horas, el procesado y la víctima, con un hijo menor de edad, se enzarzaron en una discusión en el interior de un bar de la calle L'Esglesia de Benigànim (Valencia).

Seguidamente, salieron a la calle y una vez allí se subió el tono y en un momento dado, el procesado, guiado por el ánimo de matar a la víctima, le asestó un fuerte navajazo a la altura del tórax que le atravesó la piel y le llegó al corazón, lo que le produjo posteriormente la muerte.

En ese momento, la víctima estaba embriagada y apenas pudo reaccionar para defenderse de la agresión del procesado. Tras el navajazo, el acusado, consciente de las lesiones que había causado y con la finalidad de que fuera asistido, lo llevó hasta un centro de salud ubicado en las inmediaciones, y se marchó del lugar cuando se hizo cargo del mismo el personal facultativo. Nada se pudo hacer por salvarle la vida dada la gravedad de las lesiones.