Sorolla, Zuloaga, Palmaroli, Gauguin, Gonzalo Bilbao y hasta Picasso. De las 300 piezas que hay en los fondos de la pinacoteca bilbaína, se han seleccionado cuidadosamente 69 cuadros que ya han pasado por Salamanca y Valencia. Ahora pisan por primera vez Andalucía para ofrecer al público varios ejemplos de las corrientes pictóricas que cultivaron estos maestros: retrato, paisajes, pintura costumbrista, temática histórica, impresionismo, surrealismo…
Hay varias piezas estrella, como el cuadro de Cézanne Bañistas (1897), dos pinturas puntillistas de Darío de Regoyos o Las lavanderas en Arlés, de Paul Gauguin (1888), a quien la consejera de Cultura, Rosa Torres, definió ayer en la inauguración como «el maestro indiscutible del color y el pintor que adelantó el fauvismo» (vanguardia que luego desarrollaría Matissse). También se incluyen dos obras maestras del arte andaluz: Bajo los naranjos, de Jiménez Aranda, y La Feria de Sevilla, de Cortés y Aguilar, realizada en 1852.
De Goya a Gauguin podrá visitarse hasta el 6 de mayo.
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