La portavoz del PSOE de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, ha considerado una "auténtica barbaridad" la pregunta formulada en los premios extraordinarios de Bachillerato y ha indicado que entiende la "indignación" de los padres de los alumnos que participaron en ellos.

Cabe indicar que una de las cuestiones planteadas en dicha prueba, como han informado varios sindicatos, planteaba convencer en inglés a un amigo que pensaba votar a Podemos de que finalmente no lo hiciera.

De esta manera, y en respuesta los medios, la portavoz socialista ha indicado que los chicos que se presentaron a esta prueba, alumnos con las "mejores notas", no tienen la edad necesaria para "poder votar", por lo que entiende la "indignación" de sus progenitores.

Asimismo, Gil Rosiña ha destacado que lo que no entiende son las explicaciones del Gobierno de Extremadura sobre este asunto, ya que con ellas, en su opinión, pretende "tomarle el pelo a los ciudadanos" de la región.

En este punto ha recordado lo que opinaba el PP sobre Educación para la Ciudadanía, una asignatura que los 'populares' criticaron cuando se puso en marcha y sobre la que decían, según ha expresado la socialista, que los alumnos "iban a salir casi con el carné del PSOE".

"Ahora ellos, cuando están en el gobierno, tendrán que responder de esa pregunta tan directa que invita a la negación de un partido político que ha concurrido a las elecciones y que tiene todo el respeto", ha aseverado.

"verdadero caos"

En rueda de prensa, Gil Rosiña ha lamentado el "verdadero caos" en el que, en su opinión, se encuentra el Gobierno de Extremadura y ha criticado que en lugar de ser "cesados" los "responsables políticos" de los "dos principales problemas" de la región, que son el paro y la pobreza, ha dicho, hayan sido "liberados" de esta carga para, "probablemente", tener más tiempo para ser "comisarios políticos".

De esta forma se ha referido a la reestructuración en el Gobierno de Extremadura que dio a conocer esta semana el presidente regional, José Antonio Monago, y por la que los consejeros Cristina Teniente y Luis Alfonso Hernández Carrón dejan de ocuparse de las áreas de Empleo y Política Social, respectivamente.

En su intervención, la portavoz del PSOE extremeño ha indicado que la región cuanta con 10 puntos más de paro que cuando Cristina Teniente llegó al Gobierno de Extremadura, mientras que Carrón deja de ser responsables de las políticas sociales con una tasa de pobreza en Extremadura del 34 por ciento y con la Renta Básica como la "gran mentira".

En esta línea, los socialistas dan "casi por pérdida" la Renta Básica, ya que, hasta que la nueva consejera se ponga al día del "auténtico lío" de esta prestación, sus solicitantes "probablemente" se "quedarán sin cobrar" (la Renta Básica).

"Si el presidente Monago pretende vender que su caos en el gobierno es consecuencia de una situación absolutamente normal, le está tomando el pelo a los extremeños, no se lo cree ni él y mucho menos se lo creen los 160.000 parados y los 18.000 solicitantes de la Renta Básica", ha asegurado Rosiña.

Igualmente, ha considerado que la actual es una legislatura "perdida para los extremeños" y con un gobierno que, "lejos de arreglar sus problemas, lo único que ha hecho ha sido multiplicar los problemas".

"Con un gobierno que en lugar de dedicarse a trabajar por solucionar los problemas de los extremeños, fundamentalmente el paro y la pobreza, se dedican a mangonear en una cooperativa de crédito privada", ha dicho en referencia a Caja Rural de Extremadura.

Por este motivo, Gil Rosiña ha criticado que el Gobierno de Extremadura esté "más preocupado en mandar que en gobernar" y ha considerado que es un Ejecutivo que está "en tiempo de descuento", ante lo que ha expuesto que frente a ese "caos" hay una oposición "fuerte y preparada" con Guillermo Fernández Vara a la cabeza.

También Gil Rosiña ha invitado a comparar la nueva estructura del Gobierno de Extremadura tras la remodelación con aquella con la que contaba el gobierno socialista, por lo que ha reiterado su opinión acerca que la que la actual es una "legislatura perdida".