Las máquinas podrían volver a entrar en el Cabanyal en los próximos meses. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha anunciado este viernes que ya ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno central para adaptar el plan del Cabanyal a la orden ministerial que en enero de 2010 paralizó todas las actuaciones previstas en el proyecto al considerarlas un expolio.

Según ha explicado Barberá, el nuevo plan mantiene la prolongación de Blasco Ibáñez hasta el mar, aunque deberá esquivar la Lonja de Pescadores. Este edificio, cuyo derribo estaba previsto, se mantendrá en pie y recuperará el nivel 2 de protección.

Además, el acuerdo consiste principalmente en "alinear los edificios nuevos de manera que permitan liberar la trama histórica y verla". Barberá ha destacado que con esta salida se mantiene la prolongación de Blasco Ibáñez hasta el mar "con 48 metros de ancho, como estaba previsto".

Además, la propuesta del Ayuntamiento contempla reducir el número de inmuebles afectados en la Zona BIC en un 35%, disminuir las alturas de la zona BIC de 5 a 3, con lo que baja la edificabilidad un 15%.

El acuerdo supondrá también la reactivación de la concesión de licencias de obras de todo tipo, que habían quedado paralizadas con la orden ministerial.

Aún así, la entrada de las máquinas al barrio no será inminente, puesto que ahora hay que modificar el Plan Especial de Protección y de Reforma Interior (Pepri) aprobado en el año 2001, lo que implica unos trámites administrativos que requiere unos plazos.

Lo que no variará excesivamente serán los casi 1.600 derribos de viviendas que implican la prolongación de Blasco Ibáñez a través del barrio marinero.