El presidente de Guatemala, Oscar Berger aceptó ayer la dimisión presentada por su ministro del Interior tras los ocho asesinatos que relacionarían a funcionarios de alto nivel con bandas del narcotráfico.

El ministro de Gobernación (Interior), Carlos Vielmann, había presentado su renuncia hace unas semanas, pero el presidente Berger esperaba el resultado de una audiencia en el Congreso antes de decidir si la aceptaba. Berger dijo que no había logrado a convencer a Vielmann de que diera marcha atrás en su decisión de renunciar.

"Si esta es su postura, no hay poder de Dios que lo cambie", señaló Berger en una rueda de prensa que pretendía respaldar a Vielmann.

El ministro se encontraba bajo una fuerte presión, junto al jefe de la policía, Erwin Sperisen, por el escándalo que estalló el 19 de febrero tras el asesinato de tres políticos salvadoreños y su chófer.

Los cuerpos tiroteados de los cuatro hombres fueron encontrados en un camino en las afueras de la capital guatemalteca, en un asesinato que según Berger estaba relacionado con el tráfico de droga entre Guatemala y El Salvador.

Unos días más tarde, cuatro policías de élite fueron arrestados por los crímenes, pero fueron asesinados dentro de la prisión de máxima seguridad, donde les dispararon y fueron degollados.

Políticos de oposición pedían la renuncia de Vielmann afirmando que el ministro tenía información sobre los escuadrones de la muerte que operan dentro de la policía, que comenzaron matando a jóvenes pandilleros y luego pasaron a realizar asesinatos vinculados con la droga.

Otros tres reos muertos

Por si fuera poco, al menos tres reos murieron hoy en el interior de la prisión de máxima seguridad de 'El Infiernito', en el sur del país, durante un motín protagonizado por un grupo de pandilleros juveniles, informó una fuente oficial.

El director del Sistema Penitenciario de Guatemala, Víctor Rosales, dijo a periodistas que "otros ocho reos que resultaron con heridas de gravedad fueron atendidos por los bomberos".

Rosales precisó que "los amotinados son miembros de la 'Mara 18', que supuestamente protestaban por la mala calidad de la alimentación y la falta de agua potable.

Agregó que la Policía Nacional Civil y miembros del Ejército han "tomado el control del penal", y que en el interior del mismo fueron halladas cuatro armas de fuego, supuestamente utilizadas por los reos durante el motín.

Según reportes de radios locales, los amotinados tenían en su poder armas de grueso calibre y granadas, y estaban dispuestos a usarlas en contra de las fuerzas de seguridad.

"Están disparando. Ya hemos escuchado más de cien tiros. Quieren pasarse a nuestro sector para matarnos", dijo por teléfono uno de los reos de esa prisión a la radio "Emisoras Unidas".

Las cuatro personas que habían sido tomadas como rehenes por los reclusos amotinados fueron liberadas por las autoridades tras tomar el control de la cárcel.

'El Infiernito' alberga a unos 156 reos considerados de "alta peligrosidad", la mayoría integrantes de la peligrosa pandilla juvenil conocida como 'Mara 18'.