Considerado uno de los más brillantes dibujantes y grabadores activos en torno al año 1600, el holandés Hendrick Goltzius (1558–1617) gozaba de fama internacional y tenía mecenas en toda Europa, entre ellos varios reyes. Perfeccionista y ambicioso, en su taller independiente de Haarlem producía sólo grabados (suyos o de alumnos a los que instruía para producir piezas basadas en sus diseños) que cumplieran estrictos estándares de calidad artística y técnica dirigidos a un refinado y exigente público internacional.

Cuando sólo tenía un año fue víctima de un incendio que le dejó la mano derecha desfigurada y con varios dedos mutilados que apenas podía mover. El maestro, sin embargo, convirtió la carencia en una ventaja: empleaba la técnica del grabado a buril y no poder extender los dedos le permitía sujetar el instrumento con facilidad para hacer surcos sobre la plancha de cobre, manejándose con el brazo y el hombro para lograr una máxima precisión.

El Museo Städel de Frankfurt (Alemania) inaugura Stil und Vollendung. Hendrick Goltzius und die manieristische Druckgrafik in Holland (Estilo y perfección. Hendrick Goltzius y el grabado manierista holandés), una exposición que hasta el 14 de septiembre presenta más de un centenar de trabajos que demuestran la depuradísima técnica del autor y de cuatro de los artistas holandeses coetáneos más cercanos a él: Jan Harmensz Muller (1571–1628), Jan Saenredam (1565–1607), Jacob de Gheyn II (1565–1629) y Jacob Matham (1571–1631), hijo adoptivo de Goltzius.

En su periodo más conocido (en la década de los ochenta del siglo XVI) cultivó en un estilo manierista tardío algunos de los ejemplos más admirables de la historia del grabado, como Faetón —presente en la muestra—, una representación del desgraciado hijo del dios Helios que en la mitología griega no es capaz de controlar el carruaje del Sol. La figura masculina cae de espaldas al vacío en una exagerada postura, con los músculos en tensión representados con exquisito detalle.

El gran Hércules es otra de sus obras más famosas, influida por el pintor de la corte de Rodolfo II de Habsburgo (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico) Bartholomeus Spranger. Goltzius desarrolló a la medida una técnica de grabado sobre cobre para trasladar el dibujo elegante y afectado de Spranger al grabado. La colaboración le dio a los trabajos de maestro un aspecto heroico. Aunque abandonó ese estilo para ahondar en otras ideas, su discípulo Jan Harmensz Muller siguió con ese lenguaje gráfico sofisticado y grandioso incluyendo efectos muaré en el sombreado.