¿Houdini fue asesinado?

  • Un sobrino nieto del mago ha pedido la exhumación del cadáver.
  • Quiere aclarar si fue envenenado.  
  • El ilusionista se ganó el odio de falsos mediums a los que desenmascaró.
Harry Houdini. (Wikipedia)
Harry Houdini. (Wikipedia)
Wikipedia
Harry Houdini. (Wikipedia)

Un sobrino nieto de Harry Houdini, George Hardeen, ha pedido la exhumación del cadáver del famoso escapista para aclarar si fue asesinado, según informa Guardian Unlimited.

Su intención es determinar si fue envenenado por sus adversarios, algunos de los espiritistas que ayudó a desenmascarar.

Hardeen manifestó que "su muerte impactó a la nación entera, si no al mundo", por lo que es necesario revisar el caso.

Leyendas sobre su muerte

Desde que falleció, el 31 de octubre (Halloween) de 1926, han sido constantes los rumores sobre su supuesto asesinato.

El mago murió una semana después de haber recibido un puñetazo en el estómago que le dañó el apéndice y le provocó una peritonitis.

En aquel momento no se realizó la autopsia y cuando, a finales de noviembre, se emitió el certificado de defunción, su cuerpo ya estaba enterrado en el Machpelah Cemetery de Queens, en Nueva York.

"¿Fue asesinado?", tituló un diario neoyorquino días después.

Esta idea fue recuperada en una biografía de 2006, La vida secreta de Houdini, de William Kalush y Larry Sloman, que indicaba que pudo haber sido envenenado por un grupo de presuntos espiritistas, al que pertenecía Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes y ex amigo del escapista.

Houdini iba a las funciones de los médiums, acompañado por un periodista y un policía, para desenmascarar a los impostores que afirmaban mantener contactos con el mundo de los espíritus.

Según Kalush y Sloman el modo empleado por los espiritistas para asesinar "a menudo era el veneno".

"Habría sido muy fácil envenenarlo"

Los autores sostienen que Houdini pudo haber sido intoxicado con un "suero experimental" inyectado por uno de los médicos del Grace Hospital, de Detroit.

El propio Houdini, dijeron los autores del libro, había tomado en serio las amenazas de los espiritistas, pero viajaba sin escolta, por lo cual "envenenarlo habría sido fácil".

Por ello, Hardeen ha contratado a dos forenses, Michael Baden y James Starrs, este último autor de estudios sobre los cuerpos exhumados del bandido Jesse James y de Albert De Salvo, el "estrangulador de Boston". 

Baden, que condujo comisiones de investigación sobre el asesinato del presidente estadounidense John Kennedy, indicó dos incongruencias en el certificado de defunción de Houdini.

La primera, que el apéndice del mago estaba a la izquierda y no a la derecha, como es común, y por otro lado que la diagnosis de una peritonitis causada por un puñetazo en el estómago es "muy inusual".

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