Una detención por venta fraudulenta de ganado en Burgos destapa la explotación de trabajadores

La detención de una persona por venta fraudulenta de ganado en la provincia de Burgos ha permitido destapar una serie de irregularidades en la contratación de trabajadores, que vivían en una caseta, en una explotación ganadera, por lo que se ha arrestado a otras dos personas por estos hechos.
Caseta donde residían los trabajadores
Caseta donde residían los trabajadores
GUARDIA CIVIL
Caseta donde residían los trabajadores

La detención de una persona por venta fraudulenta de ganado en la provincia de Burgos ha permitido destapar una serie de irregularidades en la contratación de trabajadores, que vivían en una caseta, en una explotación ganadera, por lo que se ha arrestado a otras dos personas por estos hechos.

La operación, denominada 'Stratus', supuso el arresto inicial de M.D, de 36 años, como presunto autor de los delitos de apropiación indebida, hurto y falsedad documental. Su detención se produjo después de que A.A.T.B, de 66 años, encargado de una explotación ganadera ubicada en la comarca Odra-Pisuerga, denunciara que este individuo era un antiguo trabajador que se había apropiado de un vehículo de un familiar, había sustraído 3.500 euros y joyas y además había vendido 101 cabezas de ganado ovino, se había quedado con el dinero obtenido y posteriormente se había marchado.

La investigación y el estudio de la documentación obrante permitieron rápidamente identificar, localizar y detener al autor de los hechos reseñados en la denuncia, si bien no dejó claro algunos asuntos que fueron investigados más tarde, han informado a Europa Press fuentes de la Guardia Civil.

Sin embargo, las gestiones practicadas posteriormente junto con el resultado de la inspección ocular en la finca, en la que ha colaborado la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Burgos, han destapado numerosas irregularidades en la contratación y estancia de los trabajadores en la citada explotación.

Precisamente el detenido, así como otros cuatro obreros que en su día fueron "empleados" por el ganadero, manifestaron haber sido explotados y contratados con engaño, bajo promesa de un salario, comida y techo, y con el pretexto de poder legalizar su situación.

Los individuos relataban que la realidad era otra y no cobraban y el trabajo era diario y sin descanso semanal, con horarios interminables, privados de las más elementales medidas de seguridad y protección.

Condiciones de vida

Además, carecían de contrato o Seguridad Social y se alojaban en una caseta, en deplorables condiciones de vida -sin agua caliente ni calefacción- y con una "minúscula" cantidad económica que apenas daba para su manutención, en la que se incluían además los gastos de pienso para los animales domésticos y combustible para la maquinaria de la granja.

El detenido M.D, en una ocasión reclamó al patrón la parte que le correspondía de su sueldo, así como el de otros trabajadores, alguno de ellos venido ex profeso desde la Europa del Este. Supuestamente éste le ignoró, le amenazó con un arma de fuego y disparó contra una vieja lavadora existente en la finca.

Por todo ello, se ha detenido al titular y al encargado de una explotación ganadera, P.A.R. y A.A.T.B —denunciante inicial—, de 57 y 66 años, respectivamente, a los que se les imputa los delitos, en distinta participación, de amenazas con arma de fuego y contra los derechos de los trabajadores.

Las pesquisas han permitido esclarecer la venta fraudulenta de las 101 cabezas de ganado (28 carneros, 24 corderos y 51 ovejas) que se llevó a cabo por M.D, falsificando las firmas en las guías ganaderas expedidas para su transporte, a lo que hay que sumar la detención de los autores, la intervención de un revólver, y una inspección a la explotación agrícola donde se ha levantado acta de las irregularidades observadas.

La investigación continúa abierta, para averiguar el origen y destino tanto del dinero sustraído (3.500 euros), reservado al pago por la compra de pienso para los animales, como de las supuestas joyas desaparecidas de un armario (valoradas en 3.000 euros), y que hasta el momento no han aparecido.

Las investigaciones han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Burgos, en coordinación con la Unidad Orgánica de la Policía Judicial y Equipo ROCA de la Comandancia de Burgos, destacando la colaboración con Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social.

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