La Guardia Civil, alertada de lo sucedido, recabó toda la información posible y difundió rápidamente los datos a todas sus patrullas, lo que permitió iniciar una persecución por la N-332, en sentido hacia Cartagena.

Entraron en una urbanización, donde la Benemérita decidió apresarlos de inmediato para evitar una más que posible huida. Los tres detenidos son de nacionalidad lituana, y tienen desde 19 hasta 30 años de edad.

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Hasta tuvieron que sedarlos

La segunda parte de la historia vino tras la detención, a la que los tres sospechosos se resistieron sin parar. Tras esposarlos, se los llevaron al acuartelamiento de Torrevieja, donde «se mostraron en todo momento muy violentos, llegando a agredir a un agente», indicaron. Ya en los calabozos, un médico tuvo que sedarlos porque no paraban de propinar patadas a las celdas. Según el instituto armado, provocaron cuantiosos daños.