El acusado de la presunta violación de La Carolina dice que la relación fue consentida y ella lo niega

El hombre identificado como J.C.C. al que la Fiscalía y la acusación particular consideran autor de un supuesto delito de agresión sexual cometido en 2011 al mantener en La Carolina (Jaén) una relación con una mujer --Z.F.R.--, sin el consentimiento de ésta, ha negado este jueves ese extremo en el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, en el que ella, en cambio, se ha reafirmado en señalar que el acto sexual se consumó contra su voluntad.

El hombre identificado como J.C.C. al que la Fiscalía y la acusación particular consideran autor de un supuesto delito de agresión sexual cometido en 2011 al mantener en La Carolina (Jaén) una relación con una mujer —Z.F.R.—, sin el consentimiento de ésta, ha negado este jueves ese extremo en el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, en el que ella, en cambio, se ha reafirmado en señalar que el acto sexual se consumó contra su voluntad.

En su declaración, el encartado ha relatado que cuando la denunciante tenía 19 años mantuvo con ella una relación "de un solo día", tras la cual ella se marchó a Cataluña, y en esa época tuvo un hijo del que ella dice que él es el padre, si bien él no lo tiene reconocido, y por el que la víctima "nunca le ha pedido dinero", según ha declarado ella misma.

La madrugada en la que supuestamente ocurrieron los hechos que se juzgan —la del 3 al 4 de julio de 2011—, tanto el acusado como la víctima coincidieron en un pub de La Carolina, según ha manifestado el encartado, que ha aseverado que ella era "la que siempre le buscaba" en el bar en el que trabajaba de camarero, de modo que él "nunca ha quedado con ella".

En ese local en el que coincidieron, ella "le pidió que la invitara a una copa y que se salieran a la puerta", donde estuvieron hablando, y posteriormente se marcharon a otro bar del mismo municipio que "estaba cerrado" por la hora de la madrugada que era, pero del que el procesado tenía llave porque su tío y su madre trabajaban en él, según ha indicado.

No obstante, tuvieron que "saltar" una valla que lo rodeaba para entrar en él porque "habían cambiado el candado" de la misma y el encartado no podía abrirla, según ha declarado éste, que también ha afirmado que en ese momento "no había nadie" en el local, donde, según ha manifestado, ambos mantuvieron una relación sexual "completa", si bien fue "consentida, como otras veces".

De esta manera, el acusado ha negado que le rompiera el pantalón y la blusa a la denunciante, así como que le causase "arañazos", que "sin más remedio" ella "tuvo que hacérselos" al saltar la "alambrada" que rodeaba el bar "para que no la viera su padre", que, según ha defendido, frecuentaba un bar que hay enfrente de aquel al que se habían dirigido.

"incapaz de hacer daño"

El encartado también ha declarado que ella estaba "bebida" cuando mantuvieron la relación, y ha aseverado, entre lágrimas, que él "no es capaz de hacer daño".

Por su parte, la supuesta víctima ha coincidido en indicar que en la madrugada de los hechos ella "no había quedado" con el procesado, sino que lo vio en un pub al que había ido "con unas amigas", y del que se marcharon a otro bar al que entraron saltando una verja "porque él se lo dijo".

Ha afirmado que ella esa noche "no bebió nada de alcohol", pero él sí, y, de hecho, "iba mareado" mientras se desplazaban al local, que en el momento en el que entraron no había nadie, si bien "al ratito" apareció en él un tío del encartado en compañía de una mujer.

Según ha declarado Z.F.R., el procesado estaba esa noche "mosqueado" porque decía que la había visto "con otro chico", algo que ella dice que "es mentira". Cuando le dijo que "quería irse a su casa", y que ya hablaría con él "cuando estuviera más fresco", el tío de éste "la agarró del brazo, y le dijo que si no era de su sobrino no era de nadie".

Entonces, el procesado y su tío "juntaron unas mesas" del local, sobre las cuales, y tras un forcejeo en el que él "le rompió" el pantalón y la blusa, mantuvo una relación sexual con ella, tras la cual "él se quedó tranquilo" y ella se marchó del local y llamó al 112.

La denunciante ha defendido que ese día aceptó marcharse con él a ese bar porque habían mantenido relaciones sexuales con anterioridad y el procesado "siempre se había portado bien con ella", por lo que ella "tenía confianza en él y no le tenía miedo".

Con todo, ha asegurado que nunca ha sido "pareja" del encartado, ya que, además, "no siempre" que ha estado con él ha sido para "mantener relaciones sexuales". Además, ha afirmado haber recibido "amenazas" de la familia del procesado tras denunciar esta supuesta violación.

En su escrito de calificación inicial, la Fiscalía pide por estos hechos una pena total de diez años y tres meses de prisión para el encartado, al considerarlo autor de un delito de agresión sexual —por el que interesa nueve años de cárcel— y de uno de lesiones, por el que solicita el restante año y tres meses.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento