Evacuada la Embajada de España en Kinshasa tras el impacto de un obús que no causó heridos

  • El personal diplomático fue evacuado en tanquetas por militares uruguayos de la misión de la ONU en medio de disparos.
  • El centenar de españoles que allí reside se encuentra a salvo.
  • El jueves hubo enfrentamientos entre soldados del Gobierno y la guardia del ex vicepresidente Jean-Pierre Bemba.
  • La ONU ha exigido el cese de las hostilidades.
Soldados en Kinshasa antes de los enfrentamientos. (Joe Bavier / Reuters)
Soldados en Kinshasa antes de los enfrentamientos. (Joe Bavier / Reuters)
Joe Bavier / Reuters
Soldados en Kinshasa antes de los enfrentamientos. (Joe Bavier / Reuters)

La Embajada de España en Kinshasa recibió el jueves el impacto de un obús que obligó a la evacuación de todo el personal diplomático que se hallaba en su interior, el cual se encuentra en buen estado, informaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El embajador español en la República Democrática del Congo, Miguel Fernández Palacios, y el resto de funcionarios fueron evacuados en tanquetas por militares uruguayos de la misión de la ONU en medio de disparos.

Las mismas fuentes informaron de que el centenar de españoles que reside en Kinshasa se encuentra a salvo, después de los enfrentamientos ocurridos el jueves entre soldados del Gobierno y la guardia del ex vicepresidente Jean-Pierre Bemba, que rompen dos meses de calma.

El conflicto

Bemba, un antiguo líder rebelde congoleño, fue derrotado en las elecciones presidenciales del 29 de octubre pasado frente al entonces jefe de Estado, Joseph Kabila, que renovó en las urnas el poder que tenía de facto desde el 26 de enero de 2001.

Esa elección fue la primera votación libre y plural que se registraba en la RDC (ex Zaire) en más de cuarenta años.

El país, que se independizó de Bélgica el 30 de junio de 1960, sufrió cuatro décadas de guerras civiles, dictaduras y golpes de Estado.

Bemba, convertido ahora en un próspero empresario, conserva bajo su mando a miles de hombres armados, que se han negado a dejar las armas e integrarse a las fuerzas regulares.

El Gobierno de Kinshasa estaba presionando en los últimos días a Bemba para que redujera el tamaño de su ejército privado, pero sus guardas no quieren dejar las armas porque temen que, si lo hacen, quedarán expuestos a ataques de grupos rivales.

El Consejo de Seguridad pide fin de enfrentamientos

Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU instó a poner fin a la violencia.

"Los miembros del Consejo urgen a los partes a cesar de inmediato el intercambio de fuego, actuar responsablemente y resolver los temas pendientes a través de medios pacíficos", dijo el presidente de turno de este órgano, el embajador sudafricano, Dumisani Kumalo.

Los miembros del Consejo urgen a las partes a (...) resolver los temas pendientes a través de medios pacíficos

Asimismo, mostraron su preocupación por el hecho que la violencia se haya extendido en la población civil, especialmente a los
niños.

El Consejo de Seguridad también reafirmó su respaldo a la
misión de la ONU en el Congo (
MONUC) que ha ayudado a calmar la situación, así como está asistiendo al país en el proceso político.

La ONU mantiene en la RDC un contingente de
17.000 efectivos, el mayor del todo el mundo. Su función fundamental es garantizar el proceso político abierto tras los acuerdos de paz firmados en el 2003 que terminaron una guerra civil abierta en 1998.

Los tiroteos del jueves rompen dos meses de calma.

Bemba, un antiguo líder rebelde congoleño, fue derrotado en las elecciones presidenciales del 29 de octubre pasado frente al entonces jefe de Estado
, Joseph Kabila, que renovó en las urnas el poder que tenía de facto desde el 26 de enero de 2001.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también emitió un comunicado, en el que expresó estar "profundamente alarmado" por el brote de violencia en Kinshasha, y manifestó que la MONUC esta dispuesta a asistir al gobierno congolés a
restablecer la seguridad.
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