El exconseller de Gobernación de la Generalitat y exmilitante de ERC Jordi Ausàs ha negado este martes en el banquillo de los acusados haber hecho contrabando de tabaco, el delito por el que Fiscalía pide para él seis años y cinco meses de cárcel y una multa de 2,25 millones de euros.

En el primer día del juicio contra él, su esposa y otros 11 acusados, ha evitado contestar las preguntas del fiscal y sólo ha respondido a las de su abogado, que al preguntarle si reconoce los hechos, ha contestado: "No, en absoluto".

Esta es la única pregunta sobre tabaco que le ha hecho su abogado, en cuyo interrogatorio Ausàs ha explicado que parte del dinero que la policía encontró en su casa estaba en el cajón de la habitación de su suegra e incluso en las huchas de sus hijos.

"Unos 15.000 euros aproximadamente estaban en la habitación de mi suegra, en el cajón de la cabecera, dinero suyo, otros 3.000 estaban en un cajón en el recibidor, en mi despachito había unos 4.000", además de contar que se llevaron dinero de las huchas que sus hijos tenían en su habitación.

Su abogado, igual que el del resto de los acusados, ha pedido la nulidad de algunas pruebas, entre ellas los registros y las grabaciones de los vídeos en los que supuestamente el exconseller aparecería cargando cajas en el párking argumentando la vulneración de derechos fundamentales, como la intimidad, además de la falta de proporcionalidad.

Ausàs ha explicado que no está vinculado a la política desde diciembre de 2010 y que a partir de entonces trabajó para una fundación teniendo una retribución económica cercana a los 3.000 euros y otros ingresos procedentes de arrendamientos de fincas.

El también exalcalde de la Seu d'Urgell ha recordado que fue detenido el 11 de julio de 2012, "a media tarde, a las siete de la tarde" y que el registro de su casa se produjo a las cinco de la mañana del día siguiente sin antes conocer los motivos del juez para ordenar el registro, una de las circunstancias por las que su abogado reclama la nulidad de la prueba.

Respondiendo a su letrado, Ausàs ha negado haber tenido privilegios por parte de algunas fuerzas de seguridad tras dejar el cargo de conseller.

Aunque Ausàs se ha acogido al derecho de no responder a la Fiscalía, el fiscal sí ha hecho las preguntas que tenía previstas: "¿El tabaco intervenido estaba en el garaje de su vivienda; ¿Tenía conocimiento de ello el resto de su familia?; ¿Cómo se explica que estuvieran allí las bicicletas y juguetes de sus hijos?", ha preguntado entre otras cuestiones.

La Fiscalía se ha interesado por conocer si unas anotaciones del 14 agosto de 2010 son suyas, si se corresponden con un pedido de tabaco y si en esa época Ausàs era todavía conseller.

La pena que pide el fiscal para Ausàs es la misma que la que solicita para otro de los detenidos —un brigada de la Guardia Civil—, y para el resto de los acusados plantea entre ocho meses y cinco años de cárcel.

Ausàs, que se ha sentado en el banquillo en vaqueros y camisa blanca, sin corbata, se ha mostrado sereno en las declaraciones en las que ha contado que su suegra, de 93 años era "generosa" con su esposa e hijos porque vivía con ellos.

El juicio que ha empezado este martes en la Audiencia de Lleida debe continuar el miércoles y el viernes.