Tras una etapa en la que cambió los platós de televisión por los de cine (colaboró en dos películas) y dio a luz a un niño (prohibido hablar de temas personales en la entrevista), Patricia Conde regresa este jueves a la pequeña pantalla con Ciento y la madre (Cuatro), un programa de cámara oculta que contará con la participación esporádica de famosos y cuyos responsables describen como "una aventura casi cardíaca de risa".

Para la popular actriz y presentadora constituye, además, una oportunidad para sacar de nuevo su lado más gamberro. Una faceta que, reconoce, suele asomar "por exigencias del guión" y no tanto en su vida diaria: "No soy el tipo de persona que está haciendo bromas todo el rato. Tengo mi cara seria", explica, antes de describirse, también, como una mujer "tranquila, nada impulsiva y  que necesita tres Coca-colas diarias para mantenerse en acción".

Prosigue: su aterrizaje en Mediaset ha sido cordial. Y eso que durante cinco años, ese grupo televisivo y algunos de sus colaboradores fueron víctimas de las chanzas que ella y su equipo lanzaban desde el plató de Sé lo que hicisteis (La Sexta). Pero no pasa nada: "Paolo Vasile no me echó ninguna bronca. Es muy simpático, muy italiano y sabe mucho de televisión". ¿Y Jorge Javier Vázquez, que ha confesado que los comentarios del programa que conducía la vallisoletana le habían hecho mucho daño?  También bien. Le dijo al verla:"Hola, qué tal, qué delgadita estás. ¡Qué guapa!", asegura.

Además, afirma que en aquel Sé lo que hicisteis que levantó ampollas entre algunos compañeros de profesión ella se "limitaba a leer un guión escrito por otros". Incluso llegó a decir "algunas cosas con las que no estaba de acuerdo". Aún así, defiende un formato que solo buscaba la sonrisa. "Pensé que la gente se lo tomaría con el mismo humor que nosotros, de quienes también han dicho barbaridades", explica.

Tal vez, reflexiona, eso es lo que hubiera pasado en EE UU, un país al que habitúa a usar como referencia. Y del que le gustan desde las comedias mas tontas ("lloro de risa con las películas de Adam Sandler") a esos artistas multidisciplinares, capaces de enfrentarse a dramas, comedias, monólogos y musicales. "Aquí empiezan a hacerlo algunos compañeros como Ana Milán o Arturo Valls. En vez de criticarnos a nosotros mismos, los españoles deberíamos ser más abiertos de mente y decir 'yes, we can'".

En cuanto a su vocación temprana de humorista, admite que no siempre fue entendida por los que le rodeaban y que su condición de mujer no la favoreció. "Yo decía que quería ser como Martes y Trece, pero con tacones y vestiditos y maquillada". Algo, en definitiva, muy raro en España, "no digamos en Valladolid, mi ciudad, donde son tan conservadores y esperan que estudies Empresariales o algo así", asume.

Después, también ha percibido "prejuicios". Algunos de ellos, relacionados con el físico: "Si te das mechas y te pones tacones y te pintas la pestaña, tienes que demostrar mucho más que vales", lamenta antes de considerarse muy "promujer". De mujeres, precisamente, es uno de los dos libros que escribe actualmente y que serán publicados, previsiblemente, en Navidad: "Es una especie de manual que contempla los problemas que pueden tener las mujeres si toman las decisiones equivocadas", confiesa con un guiño. En él también habrá, claro, humor.

Nació en 1979 en Valladolid. En el pasado, fue Miss Palencia. Sus primeros trabajos más conocidos en televisión fueron a través de los espacios de humor El Informal o Lady Kaña, aunque su consolidación definitiva le llegó a través del programa Sé lo que hicisteis (La Sexta), que condujo desde 2006 y hasta 2011.