Corsario acude a la sátira de los entremeses del siglo XVII para teñir de inmoralidad e inocencia sus 'Clásicos Cómicos'

La compañía Teatro Corsario ha recuperado la sátira característica de los entremeses del siglo XVII para revestir de inmoralidad e inocencia sus 'Clásicos Cómicos', última propuesta de los vallisoletanos y primera de las que conmemorarán los 150 años del teatro Calderón de Valladolid.
El reparto de 'Clásicos Cómicos' con Mercedes Cantalapiedra y Chema Viteri
El reparto de 'Clásicos Cómicos' con Mercedes Cantalapiedra y Chema Viteri
EUROPA PRESS
El reparto de 'Clásicos Cómicos' con Mercedes Cantalapiedra y Chema Viteri

La compañía Teatro Corsario ha recuperado la sátira característica de los entremeses del siglo XVII para revestir de inmoralidad e inocencia sus 'Clásicos Cómicos', última propuesta de los vallisoletanos y primera de las que conmemorarán los 150 años del teatro Calderón de Valladolid.

'Clásicos Cómicos', que mantiene distancia con los 'Clásicos Locos' que los "corsarios", liderados por Fernando Urdiales, llevaron a escena en 1994, reúne cinco entremeses de diferentes autores del Siglo de Oro que se podrán ver los próximos días 16, 17 y 18 de mayo en el coliseo vallisoletano.

El anónimo 'Los Locos', en el que la esposa de Juan Rana le envía a vender unas gallinas para que no descubra a su amante; 'El niño de la Rollona', de Francisco de Avellaneda, sobre un enlace preparado en el que el hijo del pretendiente se hace protagonista; 'Guardadme las espaldas', de Pedro Calderón de la Barca, que narra cómo un viejo enamorado de la esposa del simple le convence para que acabe con los amantes de ella; 'Los muertos vivos', de Luis Quiñones de Benavente, en el que se finge una muerte para que dos enamorados puedan disfrutar sin molestias, y 'Los toros de Alcalá', de Juan de la Hoz y Mota, una fiesta en torno a un parto, conforman las historias de 'Clásicos Cómicos'.

El protagonismo de las mujeres, junto con el humor llevado al absurdo, es el ingrediente básico de todas las historias, según lo ha explicado su director, Jesús Peña, quien ha aclarado que en los textos subyace, "a poco que se escarbe", una reivindicación del rol de las mujeres alejado del desprestigio y del "ninguneo" al que estaban sometidas en la época.

Frente a aquella sociedad, "demasiado rígida" y poco comprensiva con la figura de la mujer, Corsario ha buscado plasmar historias sin planteamiento moral pero en el que las féminas se salen con la suya a costa de transgredir normas "que parecen sensatas".

"Las mujeres no se portan bien, no son comportamientos ejemplares... por eso es inmoral, pero también es inocente porque no hay agresividad, no somos iconoclastas: hacemos un planteamiento más inocente y más popular", ha precisado el director antes de reconocer que, pese a los cambios experimentados en cuatro siglos, hay hechos que pueden llevar a pensar que la cosas no han variado tanto como se "pudiera querer".

La única idea moral que trasladan es la de la risa, la de la capacidad de reírse de uno mismo, comprendiendo que el humor será el gancho con el que conseguirán conectar con un público "muy popular" en una coyuntura en la que el humor es casi una necesidad.

"Lo hemos hecho muy asequible", ha destacado Peña antes de precisar que han tratado de conectar con un amplio abanico de públicos a través de las diferentes lecturas que ofrecían estos textos, que en la época se intercalaban entre las obras más largas y que tenían gran éxito entre el público femenino.

Savia nueva

Anahí van der Blick y Blanca Izquierdo, nuevas incorporaciones de la compañía, aportan "aire fresco" con su "sensibilidad y fuerza", según lo ha reconocido García para que, a continuación, Peña haya ahondado en la necesidad de adecuar las edades de personajes y actores.

Ellas se suman al reparto de este espectáculo junto a Teresa Lázaro, Borja Semprún, Luis Miguel García, Carlos Pinedo y Julio Lázaro; la música está compuesta por Juan Carlos Martín y del vestuario es responsable Lupe Estévez, mientras que Fuensanta Morales firma las coreografías.

La escenografía, construida a base de unos paneles rodantes que se transforman a veces en espejos, se pone al servicio de la interpretación de los actores, como ocurre con 'El médico de su honra', cuyas representaciones se intercalarán este verano con la de la nueva propuesta.

'Clásicos Cómicos' es una coproducción de Circe Producciones Teatrales, la fundación Teatro Calderón y el festival Olmedo Clásico, cuyo apoyo ha sido imprescindible para sacar adelante este montaje, según el acto Luis Miguel García, quien ha asegurado que el modelo de producción está en España "por los suelos" y ha apelado a los "milagros" para poder amortizar y dar funcionamiento a un montaje que ya tiene confirmada su presencia en los festivales de Chinchilla, Getafe, Olmedo, Peñíscola y Puerto de Santa María, así como en la Feria de Teatro de Castilla y León.

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