Todas las cámaras de comercio de Catalunya —que suman un total de 14, incluyendo el Consejo de Cámaras— junto con 14 patronales empresariales catalanas han firmado este jueves el 'Manifest del Far' en Llafranc (Girona) para dar su "total adhesión" al Pacto Nacional por el Derecho a Decidir.

Las 28 entidades han aprobado el manifiesto, que consta de tres puntos y que establece: "Un apoyo incondicional al proceso iniciado por el Parlament de Catalunya, avalado por una amplia mayoría de sus diputados, que tiene que permitir que nuestros ciudadanos puedan, libre y democráticamente, expresar la voluntad sobre el futuro del país".

El texto también incorpora el compromiso de respetar y apoyar la decisión que tome el pueblo de Catalunya, sea cual sea, y añade que la voluntad de todos los empresarios firmantes es adaptar la actuación de sus empresas a esta voluntad, de modo que se pueda "continuar contribuyendo al progreso y al bienestar" de la sociedad catalana.

Las cámaras de Barcelona, Girona, Lleida, Manresa, Palamós, Reus, Sabadell, Sant Feliu de Guíxols, Tarrgona, Tàrrega, Terrassa, Tortosa y Valls más el Consejo de Cámaras de Catalunya, han aprobado el manifiesto, junto con otras patronales catalanas.

El resto de entidades que lo han firmado son: Foeg, Pimec Girona, Fòrum Carlemany, Amec, Cecot, Fepime, Femcat, Pimec, Empresaris de l'Anoia, Confederació d'Organitzacions Empresarials de Lleida, Federació d'Associacions Empresarials del Maresme, Consell Empresarial d'Osona, Confederació de Comerç de Catalunya y Sant Cugat Empresarial.

Las 28 organizaciones empresariales acordaron celebrar el acto de este jueves después de que, a finales de febrero, el Grup Impuls per Girona (GiG) —formado por los empresarios gerundenses— firmara un texto similar al 'Manifest del Far'.

"no es cuestión de unos cuantos iluminados"

El presidente de la Federación de Organizaciones Empresariales de Girona (Foeg), Ernest Plana, ha asegurado que el proceso catalán "no es cuestión de unos cuantos iluminados" y ha recordado que los empresarios también reivindicaban un nuevo pacto fiscal.

El máximo dirigente de la FOEG, una entidad que depende de Fomento del Trabajo, ha considerado que se han ofrecido "repetidas propuestas de diálogo" y ha subrayado que la sociedad catalana ha trabajado los últimos años para reconocer Catalunya como un hecho diferencial.

En esta línea, el presidente de Pimec Girona, Pere Cornellà, ha manifestado que los empresarios son creadores de riqueza y que están "preocupados" en saber dónde se dirige esta fortuna, tras calificar el derecho a decidir como una expresión básica porque supone una posición mayoritaria de los ciudadanos catalanes.

El vicepresidente del Consejo de Cámaras de Catalunya, Domènec Espadalé, ha asegurado que el encuentro de este jueves en Llafranc quiere "hacer pedagogía de una cuestión básica que ha sido asimilada por los representantes del Parlament" y ha explicado que son necesarios organismos adecuados para llegar a vías de consenso mediante el diálogo, tras anunciar su deseo de poder votar el próximo 9 de noviembre y aceptar la decisión que tome el pueblo catalán.

"nos preocupa la intolerancia y la ignorancia"

El presidente de Cecot, Antoni Abad, ha afirmado que a los empresarios les "preocupa la intolerancia y la ignorancia", después de subrayar que sin diálogo se puede incrementar la tensión y que los estudios demuestran que un funcionamiento adecuado de las administraciones favorece el crecimiento económico.

Abad ha hecho hincapié en que el derecho a decidir "ha venido para quedarse como un elemento de calidad", y ha añadido que los empresarios no están inquietos por la democracia, porque cada día se realizan consultas en sus empresas.

El acto ha terminado con la intervención del expresidente del Parlament y coordinador del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, Joan Rigol, quien ha reconocido que no tienen "todas las variables controladas" del proceso catalán y ha asegurado que las actuaciones deben efectuarse con una actitud cívica sin perder el sentido democrático.

Rigol ha concluido que la ciudadanía catalana quiere garantizar su bienestar "con valores culturales elevados para levantar el nivel del país" y ha considerado que la situación de Catalunya se tiene que resolver a través del diálogo con España, basándolo en los derechos y los deberes.