Añade que el bloque en ruinas «nunca ha estado abandonado por nosotros» y, de hecho, dice que se hicieron reformas en 1976, 1992 y, por último, en 2001.  «El último informe que hizo un arquitecto no detectó problemas de estructura, sólo de bajantes y albañilería». No obstante, Huertos Familiares acatará «por supuesto» la decisión municipal, si así ocurriera, de demoler el edificio,y colaborarían «en lo que pudiésemos», garantiza el secretario.

Huertos Familiares es una «entidad benéfica particular por lo que tiene unas cuentas exiguas y no recibe subvención alguna».  El patronato lo forman la Subdelegación del Gobierno, el Obispado y la Diputación.

Por su parte, los vecinos desalojados están divididos tras la promesa de Vimcorsa de adquirir o alquilar una VPO: entre la esperanza y la  preocupación. Antonio Jurado tiene 44 años y está en paro: «No puedo pagar más alquiler, aunque sea muy poco más. Además no entiendo las urgencias del desalojo. Llevo viviendo allí 44 años», comenta.