El Consejo General de Aran (Lleida) ha vuelto a liberar en un bosque la osezna de tres meses que apareció en el municipio de Aubèrt hace unos días y a la que ha regresado tras haber sido puesta en otras dos ocasiones. Es la primera vez que una cría se acerca a la población y los técnicos sospechan que podría haberse alejado de su madre, según ha informado el síndic de Aran, Carlos Barrera.

La primera aproximación se registró el miércoles de la semana pasada, cuando el cachorro, una hembra nacida este invierno en el Pirineo, fue encontrada frente a una casa en Aubèrt, ha informado el diario Segre.

Los técnicos han colocado un transmisor a la osezna y la han soltado en un tercer punto de la montaña, ha explicado Barrera que ha evitado concretar la zona en la que ha sido liberada este martes para evitar que la afluencia de curiosos pueda complicar la operación.

La primera noche, la cachorra la pasó en una cota baja de la montaña protegida con una especie de jaula muy frágil de la que sin mucho esfuerzo la madre hubiera podido liberarla, aunque la osa no apareció.

La segunda noche estuvo entre bosque y montaña, en una cota más alta, la zona de abetos de grandes dimensiones en la que por su experiencia, los guardias han detectado más rastros de osos; en esa segunda ocasión, la cría se movió por una zona boscosa durante la noche y el día siguiente pero al caer la tarde volvió a Aubèrt.

El síndic ha señalado que es muy raro que solo hubiera una cría: "La madre o va acompañada de otras crías o algo ha sucedido porque que una cría se separe de la madre sólo puede ser porque la osa se encuentre con un oso macho". Barrera ha apuntado que los machos matan a las crías para que la madre entre en celo otra vez.

El Consejo General de Aran confía en que los técnicos hayan acertado en la zona elegida este martes: "Si han acertado ya estaría resuelto y si no, habría que darle otra oportunidad".