Verduras anticáncer: personas sensibles al sabor amargo las evitan o las enmascaran

Es básico para la salud que estén presentes en la dieta diaria.
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Hay alimentos, fundamentalmente verduras y frutas, que previenen el cáncer. El brócoli –que acumula más propiedades que ningún otro vegetal– y la coliflor son dos ejemplos. Pero también los rábanos, los berros o las acelgas. Pero para algunos estas verduras tienen un problema: su gusto ligeramente amargo.

Según el experto en Nutrigenómica y director del Centro de Estudios de Genómica y Nutrición del Parc Científic i Tecnològic Alimentari de Lleida, David de Lorenzo, las personas sensibles al sabor amargo no comen las verduras crucíferas que previenen el cáncer, como el brócoli o la coliflor.

"A menudo las personas sensibles al sabor amargo tratan de enmascarar este sabor con otras sustancias más agradables", como salsa de queso en el brócoli o la crema y se ponen azúcar en el café, ha observado el nutricionista, que advierte que estas personas podrían estar comiendo mucha más grasa que, a su vez, puede aumentar el riesgo de cáncer.

Numerosos estudios demuestran que el sulforafano (reconocido científicamente como un agente quimio-protector contra el cáncer) y los isotiocianatos presentes en el brócoli pueden detener el proceso de proliferación celular de las etapas iniciales del cáncer de próstata, colon, mama, hígado, vejiga, huesos, páncreas, piel o leucemia.

De la misma familia que estas verduras crucíferas, el nutricionista ha señalado las coles de Bruselas, rábanos, berros, acelgas, nabos, rúcula, berza y mostaza rizada. Todas ellas "contienen elementos que combaten el cáncer, así como antioxidantes que eliminan los radicales libres" presentes en el organismo y que son capaces de causar daño celular o genético, lo cual puede dar lugar al cáncer.

Una de cada tres muertes por cáncer podría evitarse con una alimentación adecuada, ha asegurado De Lorenzo en el taller Nutrición y Prevención del Cáncer, organizado en el XIX Congreso de la European Association of Hospital Pharmacists, en que se realizó un test de determinación a la sensibilidad de la FilTioCarbamida para determinar la capacidad de detectar su sabor amargo.

Las personas sin rechazo gustativo innato a las verduras crucíferas pudieron degustar una tapa de brócoli y almejas, mientras que a las personas sensibles se les ofrecieron alternativas anticáncer como las legumbres, con la ingesta de hummus y tomate.

El te verde, los cítricos, el arroz integral, el aceite de oliva, el tomate, el yogur, los frutos rojos, el jugo de granada, el pescado, la miel, el ajo y la cebolla y la manzana son otros de los alimentos protectores contra el cáncer.