El cáncer es una enfermedad presente a nivel mundial que se relaciona con la interacción de factores genéticos y hormonales y de hábitos de vida no saludables como el consumo de tabaco o el alcohol, tensiones emocionales y una alimentación inadecuada. La naturaleza ofrece una gran variedad de alimentos que actúan como protectores frente al cáncer. No garantizan nada, pero sí pueden reducir el riesgo.
Ejemplos de estos compuestos activos contra el cáncer, algunos de ellos con gran capacidad antioxidante que evitan el crecimiento y la proliferación de células tumorales, son los indoles presentes en las coles; la vitamina A de la zanahoria o el melocotón; los flavonoides de los cítricos, piña o pera; el licopeno del tomate, sandía o fresas; la presencia de antocianinas y fenoles en uvas, ciruelas o berenjenas; el alto contenido en luteolina de lechuga, melón o espinacas; el resveratrol del vino; y la lentionina en el caso de las setas shiitake.
El director del CIDAF y también catedrático del Química Analítica de la Universidad de Granada, Alberto Fernández Gutiérrez, y el catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Cádiz, Francisco Macías, analizan algunos de los alimentos de consumo habitual cuyas propiedades, según diferentes estudios científicos, nos pueden proteger frente al cáncer.
Aceite de oliva virgen extra
Potente arma contra algunas líneas celulares de cáncer de mama al descubrirse que reduce de forma drástica los niveles de determinados oncogenes que están en el 30% de las pacientes que desarrollan una forma muy agresiva de la enfermedad.
Aloe vera
Existen estudios sobre el efecto del jugo de aloe vera puro para prevenir y atacar la fase incipiente en cáncer de pulmón y páncreas. También ayuda, en los tratamientos de quimioterapia, a curar las llagas de la boca y las capas de epidermis de estómago e intestino. Además, su alto contenido en germanio ayuda al sistema inmunológico .
Brócoli
Numerosos estudios demuestran que el sulforafano ( reconocido científicamente como un agente quimio-protector contra el cáncer) y los isotiocianatos presentes en el brócoli pueden detener el proceso de proliferación celular de las etapas iniciales del cáncer de próstata, colon, mama, hígado, vejiga, huesos, páncreas, piel o leucemia.
Curcuma
Esta especie es uno de los ingredientes del curry amarillo y constituye uno de los antiinflamatorios naturales más potentes. Utilizado como colorante su principal constituyente es la curcumina. Tiene cualidades antiinflamatorias, antitrombóticas, hipocolesterolemiantes, hepatoprotectoras, antimicrobianas y antioxidantes y anticancerosas. En laboratorio se ha comprobado que la curcumina inhibe el crecimiento de un gran número de tumores como los de colon, hígado, estómago, mama, ovarios y leucemia, entre otros.
Granada
Rica en antioxidantes ayuda a prevenir el cáncer de mama. Pero también es rica en ácido cítrico (de acción desinfectante, alcaliniza la orina y potencia la acción de la vitamina C), málico, flavonoides (pigmentos de acción antioxidante) y los taninos. Estudios han demostrado cómo su jugo puede ayudar a prevenir y tratar el cáncer de próstata y la osteoartritis.
Setas
Utilizadas más por la medicina oriental, existen estudios en China, Japón y Estados Unidos sobre algunas propiedades anticancerígenas.
Soja
Las mujeres de países asiáticos suelen presentar una menopausia más tardía, con menores trastornos y con un menor índice de problemas de osteoporosis, hecho que diversos estudios epidemiológicos han ligado a su alto consumo de soja, una fuente importante de vitaminas, proteínas, minerales, fibras vegetales, lípidos e isoflavonas. Sin embargo, científicamente se ha examinado minuciosamente si su uso puede estar relacionado con un aumento en el riesgo de sufrir cáncer de mama.
Té verde
Tiene múltiples propiedades gracias, sobre todo, a los polifenoles. Es anticancerígeno y antioxidante.
Tomate
El consumo de su compuesto activo licopeno reduce la incidencia de patologías cancerosas, sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo. El licopeno y la tomatina tienen una alta capacidad antioxidante que evita que procesos de degeneración celular deriven en cáncer.
Trigo
La fibra del pan y cereales integrales, como el centeno, acelera el tránsito intestinal y arrastra las sustancias cancerígenas que puede haber en el conducto digestivo previniendo el cáncer de estómago y de colon. Al impedir que sean absorbidas las sustancias cancerígenas protege contra el cáncer de páncreas y de mama.
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