Los espectadores de Juego de Tronos ya han tenido tiempo para acostumbrarse a algo que los lectores de Canción de Hielo y Fuego sufrieron hace tiempo: ningún personaje, por mucho protagonismo o carisma que tenga, está totalmente a salvo en el Poniente imaginado por George R.R. Martin. El final de la tercera temporada de la serie lo dejó muy claro, con un contundente episodio que demostró que había cosas por llegar aún más terribles que el final de Ned Stark.

Este lunes 7 de abril a las 21:30 (sólo 18 horas después de su emisión en EE UU), Canal+ estrena la esperada cuarta temporada, un regreso a la agonía y el miedo de los espectadores por la posibilidad de que su personaje favorito muera de la forma más cruel. Hay motivos para ese temor. Muchos ya han perdido la vida en lo que empezó siendo una guerra entre los Lannister y los Stark, pero muchos más caerán antes de que llegue el tan anunciado invierno.

No son pocos los que corren peligro. A veteranos como Daenerys Targaryen (Emilia Clarke), Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau), Joffrey Baratheon (Jack Gleeson), Jon Nieve (Kit Harington) o Tyrion (Peter Dinklage), se unen ahora La Montaña (interpretada por un nuevo actor, Hafthor Julius), el hermano de Loras, Mace Tyrell (Roger Ashton-Griffiths),  la Víbora Roja (Pedro Pascal) y su amante Ellaria Arena (Indira Varma), entre otros.

Esta nueva etapa, al igual que las anteriores, constará de 10 capítulos en los que se relatarán principalmente los hechos acaecidos en la segunda parte del tercer libro de la saga literaria, la novela titulada Tormenta de espadas.

Con múltiples tramas abiertas, casi todos los personajes principales separados y nuevas caras y líneas argumentales a la vista, la acción y la intriga están garantizadas. Los fans de la serie seguirán tarareando la pegadiza melodía de apertura durante meses.