La cuenca del Duero presenta 16 estaciones de aforo en alerta, cinco de las cuales alcanzan el nivel de alarma

Las crecidas en León, Zamora y Salamanca se trasladan a tramos bajos de sus cursos, donde será necesario extremar la vigilancia
Zona habitada afectada por las inundaciones
Zona habitada afectada por las inundaciones
CHD
Zona habitada afectada por las inundaciones

Hasta 16 estaciones de aforo de la cuenca del Duero se encuentran en la mañana de este jueves en alerta por la crecida de los caudales, de las que cinco han alcanzado el nivel de alarma, según ha informado la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que ha confirmado que las "fuertes crecidas" que el martes y el miércoles se registraron en las cabeceras de los ríos de León, Salamanca y Zamora se trasladan a los tramos bajos de sus cursos, donde "será necesario extremar la vigilancia".

Según ha informado el organismo de cuenca a través de un comunicado recogido por Europa Press, en los últimos días el incremento del agua embalsada ha sido de un cinco por ciento de la capacidad de los 17 embalses del Estado en la Demarcación del Duero. Con ello, el porcentaje medio de llenado de los mismos es del 91,8 por ciento.

Por otra parte y dado el alto nivel que han alcanzado algunos embalses de cabecera —especialmente los más afectados por las precipitaciones y deshielos de los últimos días— se proseguirá en ellos con un importante caudal de aliviado, al objeto de mantener los niveles de seguridad (resguardo) correspondientes a estas fechas.

El río Duero a su paso por Zamora se encuentra, al igual que ayer en situación de normalidad (191 metros cúbicos por segundo), ya que las aportaciones de los ríos que bajan crecidos de León y Zamora (Esla, Órbigo y Tera) se incorporan a aquel aguas abajo de dicha ciudad.

En el caso del río Águeda a su paso por Ciudad Rodrigo (Salamanca), aunque los caudales circulantes se mantienen "importantes", ninguna de las estaciones de aforo se encuentran en situación de alerta y la tendencia es de "clara disminución".

Así, a su paso por Ciudad Rodrigo se ha bajado de 300 metros cúbicos por segundo frente a los 800 que llegó a alcanzar la noche del martes. Además, la presa del Águeda alivia 160 metros cúbicos por segundo frente a los 718 del momento punta de la noche del martes. Por su parte la presa de Irueña alivia a 110 metros cúbicos por segundo frente a la punta superior a 300 de días anteriores.

En la provincia de León, el Bernesga se mantiene en alerta en las estaciones de La Robla y Cascantes, mientras sigue en alarma la de León capital, con un caudal por la ciudad es de 119 metros cúbicos por segundo, cifra ligeramente superior a la tercera parte del que se registraba ayer en que llegó a 300 metros cúbicos por segundo. La tendencia es, a juicio de la Confederación, a la "recuperación de la normalidad", con una avenida que se trasladará hacia el Esla.

ÓRBIGO

En el caso del Órbigo, durante estos días de gran crecida se ha vertido del embalse de Barrios de Luna en cabecera un caudal de 100 metros cúbicos por segundo, equivalente a la mitad de lo que ha estado entrando en el mismo. El exceso se ha acumulado en el embalse que ha alcanzado un volumen almacenado de 303,4 hectómetro cúbico.

Será necesario, según la CHD, mantener el caudal de aliviado con un ligero incremento para mantener el embalse en los niveles de seguridad. El cauce en sus zonas medias y bajas sigue recibiendo fuertes aportaciones de los grandes afluentes como el Omaña, el Duerna, el Tuerto y el Eria, por lo que se encuentra en un nivel muy alto en Cebrones (380,5 metros cúbicos por segundo), aunque con tendencia a bajar "muy lentamente", por lo que su crecida se trasladará a tierras zamoranas. El caudal vertido por la presa ha sido aproximadamente la cuarta parte del que ha circulado por Cebrones.

En el Esla, aunque el caudal aliviado por los embalses de Riaño y Porma (cerca de 140 metros cúbicos por segundo entre los dos) ha sido bastante inferior al que ha entrado en los mismos, las aportaciones de los distintos afluentes no regulados —Curueño, Torío o Bernesga—, por lo que se ha hecho incrementar el caudal circulante en las zonas bajas del cauce principal, superándose con creces los 1100 metros cúbicos por segundo en Benameriel, que se encuentra en alarma.

En esa parte del cauce proseguirá la crecida trasladándose hacia tierras zamoranas. Es de interés señalar que el caudal vertido en punta por las presas en punta ha sido aproximadamente una octava parte del que circula por el río en su zona baja.

No obstante, se seguirán manteniendo los caudales de desembalse, a pesar de la disminución prevista en las cabeceras, para mantener como, en el Órbigo, los niveles de seguridad de las presas.

ZAMORA

En Zamora, la situación más preocupante es la derivada de las crecidas del Órbigo y el Esla procedentes de León y del Tera procedente de Sanabria. Así, el primero de ellos circula ya con 565 metros cúbicos en Manganeses, que se encuentra en situación de alarma.

El Tera, por su parte, aunque ha reducido su caudal y ha vuelto a la normalidad en Puebla de Sanabria, aporta en su desembocadura algo más de 100 metros por segundo, medidos en Mozar de Valverde.

La confluencia de los dos cauces anteriores unida a la gran aportación del Esla procedente de León, producirá una importante subida del caudal de este gran río en la zona cercana a Benavente. En esa área y aguas abajo de la misma, aún a pesar de la gran capacidad de laminación de este cauce, es necesario prestar especial atención durante los dos días próximos, según concluye el comunicado del organismo de cuenca.

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