El Ayuntamiento de Laredo ha contratado un proyecto para la mejora de la movilidad y accesibilidad en la Puebla Vieja. La decisión responde al "empeño" del equipo de Gobierno que lidera Ángel Vega por dar solución a los problemas de acceso peatonal al Casco Histórico para laredanos y visitantes.

El objetivo es disponer de un "abanico de alternativas" que permitan elegir la actuación "más idónea" la hora de resolver una cuestión que lleva "décadas enquistada" en la villa pejina. Así, la intervención se considera "imprescindible" para mejorar la calidad de vida de los residentes en el lugar así como de quienes se desplazan a diario a esta emblemática zona.

"Queremos materializar actuaciones que redunden en una notable mejora a la hora de recorrer nuestra Puebla Vieja", ha indicado el alcalde, Ángel Vega, durante el recorrido que ha realizado por la zona antigua acompañado por el concejal de Organización, Ramón Arenas, y de un responsable de la ingeniería Arcain, encargada de realizar el proyecto.

Vega ha destacado que el objetivo es "ayudar a hacer más cómodo su deambular en la Puebla Vieja a quienes se ayudan de bastones o muletas, o a quienes bajan con el carro de la compra o el cochecito de bebé y se encuentran con serias dificultades para lograrlo".

La eliminación de barreras arquitectónicas ha sido desde el principio de la legislatura una de las prioridades del consistorio, con actuaciones en marcha, como el plan 'Laredo, Municipio Accesible', que en la actualidad afronta una nueva fase en el marco de un proyecto global que también abarca la eliminación de anomalías en la vía pública de la villa pejina.

Uno de los "retos" que tendrá que resolver el estudio será hacer más accesible la zona alta de la Puebla Vieja, incorporando actuaciones que lleguen incluso hasta las inmediaciones de la iglesia de Santa María. Para ello, la ingeniería planteará soluciones que podrán incluir rampas, escaleras mecánicas o elevadores verticales o inclinados.

Esta empresa ha desarrollado en la última década más de 60 actuaciones de accesibilidad en toda España, aportando soluciones a situaciones de "notable complejidad" como las que se presentan en el Casco Histórico pejino.

El trabajo de campo, que se iniciará de forma inmediata, evaluará todos los puntos de acceso a la Puebla Vieja y propondrá distintas alternativas teniendo en cuenta parámetros como el número de usuarios, el desnivel a salvar o la existencia de distintas acometidas y suministros.

Al tratarse de una zona de máxima protección, con un Plan Especial, cualquiera de las soluciones que se adopten deberá integrarse y ser plenamente compatible con la normativa vigente.

Una de las premisas con las que trabajan tanto Ángel Vega como Ramón Arenas es apostar por aquellas soluciones que garanticen "una mayor calidad y se adapten mejor a las duras condiciones que las instalaciones habrán de afrontar, al tratarse de elementos que quedarán a la intemperie".