Cotino: "Gran parte del éxito de la Transición descansó sobre los valores cristianos que definieron a Adolfo Suárez"

El presidente de las Corts Valencianes, Juan Cotino, ha afirmado que "ha llegado la hora de que sin que nadie se escandalice, podamos decir que gran parte del valor y del éxito de la transición descansó sobre los valores cristianos que definieron a Adolfo Suárez, un presidente católico".

El presidente de las Corts Valencianes, Juan Cotino, ha afirmado que "ha llegado la hora de que sin que nadie se escandalice, podamos decir que gran parte del valor y del éxito de la transición descansó sobre los valores cristianos que definieron a Adolfo Suárez, un presidente católico".

Cotino ha publicado esta reflexión en su blog personal con un artículo titulado 'Un presidente católico', en el que habla de la figura del expresidente Adolfo Suárez, tras su fallecimiento el pasado domingo, y e en el que se centra en sus creencias religiosas sobre las que, a juicio del presidente del parlamento autonómico, "se ha escrito muy poco".

De esta manera, comienza su escrito que en los días que han pasado desde el fallecimiento de Suárez, han servido para recordar el valor de su trabajo, sus grandes logros y las dificultades que encontró en su quehacer diario y para "revivir episodios fundamentales" de la historia reciente "necesaria para comprender la España actual".

También ha servido, agrega, para "ver en la tribuna de oradores a grandes políticos de la transición que supieron desarrollar con gran responsabilidad y visión de futuro su trabajo por el bien de España".

El presidente de las Corts, sin embargo, apunta que "quedan por analizar, incomprensiblemente, aspectos o cuestiones que contribuirían a conocer el alcance de la personalidad, el trabajo y las decisiones que marcaron el valor de Adolfo Suárez". Así, remarcado que "muy poco, muy poco" se ha escrito sobre las creencias del expresidente del Gobierno.

"Porque, quieran o no, Adolfo Suárez fue un católico cuyas convicciones cristianas marcaron claramente muchas de las decisiones de su vida y, sobre todo, definieron el carácter que marcó su quehacer político", afirma.

De esta manera, Cotino critica que algunos sectores de la sociedad, analistas, "que censuran y critican con gran virulencia, con mucho rencor, cualquier afirmación que ensalce o ponga en valor a la Iglesia, sus postulados y sus principios". "Y todavía se acrecientan esas críticas cuando cualquier político sube al ágora política para defender sus convicciones cristianas", insiste.

Por ello, estima que "quizá por esta razón han sido muy pocos, los menos, los que se han atrevido a valorar la figura de Adolfo Suárez recordando sus profundas convicciones cristianas, las mismas que marcaron su día a día en la política".

Así, Cotino afirma que no se puede hablar de Adolfo Suárez "sin reconocer cómo actúo sin rencor, huyendo de revanchismos, consiguiendo una transición pacífica, con libertad, haciendo que la reconciliación entre todos los españoles fuera real, enterrando odios, abriendo las manos, fomentando el diálogo y la comprensión".

"la causalidad, O

Quizá la providencia"

Por otro lado, señala que "la causalidad, o quizá la providencia", ha querido que Adolfo Suárez sea enterrado en la catedral de Ávila "muy cerca" de la tumba del que fuera presidente de la República en el exilio, Claudio Sánchez-Albornoz.

Ambos, continua, "tuvieron que superar situaciones muy duras" en la política aunque en épocas diferentes. Uno, Adolfo Suárez, "vivió la incomprensión de sus propios compañeros de partido, de una sociedad que le dio la espalda y lo dejó sólo". El otro, Sánchez-Albornoz, sufrió el exilio. "Pero los dos, lucharon por la paz, la reconciliación y la convivencia", celebra Cotino.

Por todo eso se entiende que en el epitafio sobre la tumba de Adolfo Suárez podamos leer "La concordia fue posible" y en el caso de Claudio Sánchez-Albornoz esté escrito "Donde está el espíritu del Señor, allí hay libertad".

En esta línea, Cotino afirma que se trata de "dos grandes personalidades" que lucharon por la convivencia, por la paz, por la concordia, el entendimiento, "principios que definían sus creencias, su forma de actuar". Por eso, "ha llegado la hora de que sin que nadie se escandalice, podamos decir que gran parte del valor y del éxito de la transición descansó sobre los valores cristianos que definieron a Adolfo Suárez, un presidente católico", concluye el presidente del Parlamento valenciano.

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