El banco malo no nació para ganar dinero. La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) se creó para que asumiera la “basura” nacida del boom inmobilario; todos aquellos inmuebles y suelos que la crisis había hecho invendibles en mayor o menor medida. En ese sentido, lo normal es que la Sareb pierda dinero, aunque de momento pierde más de lo esperado.

El banco malo perdió 261 millones en 2013, después de sanear parte de la cartera de préstamos por 259 millones de euros. El anterior plan de negocio, realizado en marzo de 2013, preveía unas pérdidas de 140 millones, una cifra que está en línea con los 144 millones que ha registrado de pérdidas Sareb si no se tienen en cuenta los saneamientos. Esos 261 millones son cinco veces más de lo previsto por el plan reelaborado por KPMG, que preveía 47 millones de pérdidas.

La actividad de 2013 se concretó, por un lado, en la venta de 9.000 inmuebles y 2.500 hectáreas de suelo en operaciones minoristas y, por otra, en el cierre de una docena de operaciones de venta de carteras mayoristas, tanto de inmuebles como de préstamos a fondos e inversores institucionales.

En términos de actividad del canal minorista, Sareb ha explicado que se ha situado entre los diez primeros agentes de venta de inmuebles, con un ratio de venta de 25 inmuebles al día y, ya para 2014, prevé superar los 30 diarios, un 15 % más, y así situarse entre los cinco primeros agentes más activos del mercado.

En cuanto a la actividad del canal mayorista, Sareb ha añadido que de la docena de carteras mayoristas que fueron vendidas a inversores institucionales, el 80% fueron préstamos o préstamos con activos comerciales como colaterales.

Para su presidenta, Belén Romana, este primer año de vida de Sareb ha sido "satisfactorio", ya que en un tiempo récord se ha creado la sociedad, se han puesto en marcha canales comerciales y se han cumplido los objetivos, en tanto que ha demostrado ser un "instrumento válido" para completar la reforma de la banca.

De la misma manera, la Sareb "ha demostrado ser un elemento catalizador de la inversión extranjera en España y está contribuyendo a la mejora de la percepción sobre el país", una sociedad que en su opinión, "será capaz de cumplir con sus compromisos futuros".

Igualmente, Romana ha asegurado que la sociedad no necesita capital adicional de sus accionistas, y prevé obtener una rentabilidad de algo menos del 14% hasta que sea liquidada en 2027, en tanto que ha descartado que en próximo año pague dividendo o cupón de la deuda subordinada.

La presidenta del banco malo ha explicado la puesta en marcha de una nueva estrategia de creación de más valor. Dicha estrategia de creación de valor para los activos en cartera de Sareb, prevé elevar, en total, en 7.000 millones los ingresos generados hasta su disolución en 2027, el 10% más de lo previsto.

Según Romana, los precios pagados por la Sareb dejan un margen de venta global reducido, lo que han llevado a impulsar nuevas mejoras en el modelo de negocio, que pasará al denominado de "fábrica". Dicho modelo prevé crear valor para la sociedad mediante el impulso de los canales de venta, la potenciación del alquiler; la finalización de obra en curso o la transformación urbanística de los suelos.