Los grandes proyectos ferroviarios de Valencia quedan aparcados y sin plazos concretos para su ejecución. Así lo reconció ayer el presidente de Adif (entidad que depende del Gobierno central), Gonzalo Ferre, ante la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y la consellera de Transportes, Isabel Bonig, tras la reunión de la Sociedad Parque Central, que integran las tres administraciones.

Según informaron ayer, tanto el  canal de acceso para que los trenes entren soterrados a la ciudad, como la Estación Central subterránea diseñada por César Portela  y el túnel para darles salida hacia Castellón y Barcelona quedan supeditados a la disponibilidad presupuestaria, aunque, aseguraron, «ninguno se descarta».

En el caso de la estación, se hará un rediseño para abaratar la proyectada por el arquitecto César Portela. Básicamente, pasará a albergar todos los servicios en un solo sótano, en lugar de los dos previstos.

A cambio, Barberá aseguró que se agilizará el soterramiento de las vías en Serrería (aunque sin plazos) y tras el verano arrancarán las obras de la primera fase del Parque Central, que abarca el 40% del jardín, lo que dejará una zona verde de 120.000 metros cuadrados (como 15 campos de fútbol) a los vecinos de Malilla y Ruzafa. Las obras las financiará la Generalitat con 23 millones de euros, a través de fondos europeos.

Las obras de la primera fase del Parque central llegan con tres años de retraso, puesto que se anunciaron para finales de 2011. Una vez comiencen, tendrán un plazo aproximado de 24 meses. Así, las zonas del jardín que verán la luz serán la llamada Plaza de las Artes, el Jardín de los Niños y la Huerta Valenciana, donde habrá un restaurante que usará los productos que allí se cultiven.