El crédito concedido por los establecimientos financieros de crédito (EFC) rompió en 2013 una racha de cinco años consecutivos de caídas al crecer el 3,25% y alcanzar los 20.221,7 millones de euros.

Según explicó en rueda de prensa el presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos de Crédito (ASNEF), Oscar Cremer, este cambio de tendencia se debió a que "las cosas van mejor, pero la situación sigue siendo complicada, con elevadas tasas de paro, endeudamiento público y privado y morosidad", por lo que recomendó "prudencia".

Para este año, las previsiones son que el crédito al consumo crezca de nuevo, pero no de forma significativa ni sostenida, algo que no ocurrirá hasta que no se consolide la creación de empleo, fruto "de un mayor crecimiento económico, de una menor incertidumbre y de la reactivación de la venta de viviendas", un horizonte que situó en 2017.

Sin embargo, parece claro que está "volviendo la confianza a familias y empresas y con ella, el consumo", rompiendo una larga racha en la que los consumidores habían estado más preocupados por reducir su endeudamiento que por consumir, dijo.

A modo de ejemplo, Cremer citó los cinco planes PIVE y el PRIMA AIRE puestos en marcha por el Gobierno para incentivar la compra de coches, que han sido "determinantes" para que se reactiven estos créditos.

La financiación para la compra de automóviles se elevó el 4,13% en 2013 y alcanzó los 5.847,3 millones de euros, mientras que la destinada a bienes de consumo se situó en 14.374,4 tras crecer el 2,89%, la primera vez desde el inicio de la crisis que ambos sectores avanzan a la vez.

En cuanto a la morosidad, el año pasado bajó en ambos sectores, pero más en el de consumo, que registró unos impagos del 13,12% desde el 14,38% de 2012, en tanto que en el sector de la automoción la mora bajó al 11,36% frente al 11,70% registrado en 2012.

Pese a esta incipiente recuperación, la larga crisis ha hecho que el saldo vivo de estos créditos siga siendo negativo, por lo que los préstamos de consumo que estaban en vigor a finales de 2013 cayeron el 1,01%, hasta los 22.081,3 millones de euros.

De ellos, 13.513,6 millones eran para la compra de automóviles, que se redujeron el 4,75%, y otros 8.567,7 millones eran créditos de consumo, que crecieron el 5,54%.

El inicio de la recuperación se notó en 2013 en la mejora de algunas variables que determinan el consumo de las familias y empresas, como las rentas del trabajo, tendencia que se está consolidando, ya que en este primer trimestre de 2014 todas las previsiones apuntan a que se creará empleo, lo que también influirá en el consumo, dijo.

El Banco de España ha insistido en que las condiciones de concesión de crédito, distintas de los propios tipos de interés, "experimentarán una mejoría gradual" a lo largo de este año y del que viene.

Así se pone de manifiesto en el último boletín del Banco de España, en el que se incluye un informe que describe la situación actual y las perspectivas de la economía española para el bienio 2014-2015.

Según dicho informe, el coste de financiación obtenida por familias y empresas se reducirá con respecto a los niveles actuales, según el Banco de España, que también estima que en 2014 y 2015, habrá "cierta mejoría adicional" en las condiciones financieras, que se debería ver reflejada "de forma paulatina en unas condiciones crediticias que sean menos estrictas".

En la medida en que esta tendencia prosiga, ha añadido el Banco de España, la recuperación de la actividad y del empleo continuará.

Si bien, ha añadido, "no cabe esperar una recuperación vigorosa ni exenta de riesgos en estas primeras fases", ya que los procesos de ajuste que están en curso -desendeudamiento y consolidación presupuestaria- "continuarán ejerciendo efectos restrictivos sobre la actividad" económica, ha concluido.

Los últimos datos publicados por el Banco de España sugieren que la evolución del crédito podría marcar un punto de inflexión en los próximos meses y en la primera mitad de 2015 el crédito nuevo al sector privado podría superar a las devoluciones del crédito pendiente.

Esta es una de las conclusiones del artículo que Santiago Carbó y Francisco Rodriguez publican en el último número de Cuadernos de Información Económica, editada por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).