La operación desplegada para el rescate de los seis marineros que pueden haber quedado atrapados en el interior del Santa Ana al naufragar el lunes frente al Cabo Peñas afronta este jueves un día clave por un mejor estado de la mar y por los avances de aproximación al pecio logrados en las últimas horas.
Aunque el capitán marítimo de Avilés, Licinio Alonso de la Torre, ha indicado que "es muy difícil dar plazos", sí ha confirmado que la evolución del clima permitirá que el barco se mueva menos y que, por lo tanto, aumenten las posibilidades de estabilizarlo.
En la tarde de este miércoles, un equipo de buzos del Servicio Salvamento y otro del Equipo de Buceo Técnico Avanzado a Gran Profundidad de los GEAS de la Guardia Civil han realizado sendas inmersiones de aproximación el barco. El objetivo del equipo de Salvamento era enhebrar un alambre a una gatera de la proa, que en ocasiones emerge a la superficie, y el del GEAS, enganchar un cabo a la zona de los carreteletes, que es el punto más fuerte de la estructura de la embarcación.
Tras dos intentos no ha sido posible, pero haber logrado aproximarse les hace ser más optimistas a los equipos de salvamento, que creen que este jueves pueda darse un avance más significativo.
Paralelamente, se está haciendo un balizamiento del lecho marino cercano al pecio para inspeccionar un posible camino lo más expedito posible, en caso de que el pecio tenga que ser arrastrado hasta la orilla, posibilidad que no se descarta.
Alonso de la Torre ha confirmado también que el aviso de baliza se activó minutos después de que se produjera el hundimiento del pesquero a las 5.30 horas del lunes y que, de manera inmediata, se abrieron las balsas salvavidas, una de las cuales utilizó el único superviviente.
Manuel Simal Sande, de 50 años y vecino de la localidad coruñesa de Muros, donde ya se encuentra, fue el único tripulante encontrado con vida, aunque con signos de hipotermia, tras el naufragio. Posteriormente, se pudieron recuperar los cadáveres del primer patrón de la embarcación, el portugués Francisco Gomes Frgateiro, cuyo cuerpo fue repatriado, y el del cocinero Manuel Indalecio Mayo Brea, casado y con dos hijos, que ha sido enterrado en el cementerio de Abelleira, en la localidad coruñesa de Muros, tras una multitudinaria ceremonia religiosa. Al sepelio ha acudido Manuel Simal, quien ha llegado conduciendo su coche y acompañado de varios parientes.
Siguen desaparecidos los gallegos Manuel María Tajes (mecánico) y Lucas José Mayo Abeijón (marinero) y el asturiano Marcos del Agua Chacón, un joven de 28 años natural de Oviedo y experto nadador que acababa de empezar ese día unas prácticas en esa embarcación. El contramaestre portugués Víctor José Farinhas Braga, y los indonesios Suherman (mecánico) y Wasito (marinero) completan la lista de marineros desaparecidos.
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