El tiroteo que el jueves por la noche provocó la muerte de un Guardia Civil de 36 años en Salou (Tarragona) se produjo después de que tres agentes de paisano que trabajaban en otro caso desbarataran un confuso intento de secuestro de un joyero por parte de un grupo de entre dos y cuatro delincuentes, dos de los cuales fueron detenidos.

La principal hipótesis con la que trabajan los investigadores es que los delincuentes, que iban encapuchados, intentaron secuestrar al joyero hacia las diez de la noche cuando estaba junto a su esposa en una cafetería con el objetivo que los llevara a la joyería para robar en su interior.

Al advertir la presencia de los agentes, de los delincuentes huyeron rápidamente hacia un aparcamiento próximo por lo que se les perdió la pista, mientras que otros dos, los que acabaron siendo detenidos, hacia un edificio situado en la misma Via Romana de Salou donde se encuentra la joyería y la cafetería.

Los gritos de la esposa del joyero fueron lo que alertaron a los guardias civiles que pasaban por allí en el momento de los hechos.

Atrincherados en un edificio

En el edificio, los dos delincuentes se refugiaron en las escaleras hasta quedar "bloqueados" en la última planta.

Alfredo L.F., el delincuente que resultó herido en el tiroteo, bajo armado "atropelladamente" por las escaleras, haciendo caer al primer agente que iba a su encuentro con el objetivo de cortarle el paso.

Delincuente y agente cayeron rodando por las escaleras con la mala fortuna de que el primero consiguió recuperar un arma, no se sabe si la suya o la del policia, y disparó mortalmente al segundo agente, Juan Manuel R.M. que murió poco después.

Un tercer agente, lo detuvo

Un tercer agente fue quien retuvo a Alfredo L.F. después de un intercambio de disparos. El agente salió ileso del tiroteo mientras que el atracador sufrió heridas graves y está ingresado en el Hospital Joan XXIII de Tarragona.

Ese mismo agente consiguió retener al otro delincuente, Juan Carlos V.P., de nacionalidad dominicana.

Podrían ser cuatro

La Benemerita investiga el móvil exacto de lo sucedido, con que arma se efectuaron los disparos mortales y el número concreto de atracadores ya que algunos testigos hablan de cuatro encapuchados los que forcejearon con el joyero.

Según han informado fuentes de la Benemérita, el agente fallecido es Juan Manuel R.M., de 36 años, casado y padre de dos niñas de 3 y 7 años y vecino de Tarragona.

El ayuntamiento de Salou es el emplazamiento donde se ha instalado la capilla ardiente del agente fallecido antes de ser enterrado en Tarragona.