La directora general de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas de la Junta, Encarnación Aguilar, ha condenado este jueves las tres últimas muertes registradas en Andalucía, dos mujeres y una menor, en Torremolinos (Málaga) y San Roque (Cádiz) y ha pedido una movilización social "firme y contundente" para acabar con este grave problema social. Además, ha lamentado que en Andalucía se hayan registrado en lo que va de año cuatro víctimas mortales como consecuencia de la violencia de género —una mujer murió en enero en Pozoblanco (Córdoba)—, lo que sitúa a la comunidad "a la cabeza del territorio nacional en estas desgraciadas cifras".

La responsable de Violencia de Género de la Consejería de Justicia e Interior ha considerado "intolerable" la situación y cree necesaria una reacción de toda la sociedad para poner freno a este drama. Además, se indica en una nota de prenssa, ha señalado que estas nuevas víctimas mortales ponen de relieve que hay que seguir reforzando las medidas y actuaciones desde todas las administraciones en esta lucha. Según la directora, "la sociedad tiene que dar una respuesta unánime y movilizarse contra este insoportable goteo de asesinatos".

Aguilar ha subrayado también la necesidad de reforzar la protección de los menores como víctimas directas de la violencia de género que sufren sus madres. En este sentido, ha asegurado que hay que potenciar las medidas para la atención y protección de los menores con el objetivo de prevenir y evitar que sufran secuelas a causa de los malos tratos y que puedan incluso acabar con sus vidas, como desgraciadamente ha ocurrido en el caso de San Roque.

La directora de Violencia de Género ha calificado de "escalofriante" que, según los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas, 840.000 niños viven en España en un hogar donde impera la violencia de género, datos que, a su juicio, exigen una respuesta contundente de las administraciones y toda la sociedad.

La directora de Violencia de Género ha recordado que "es el momento de que las mujeres se sientan más protegidas que nunca, que no se pongan en cuestión sus derechos porque eso supone abrir la puerta a la desigualdad y los graves riesgos que acarrea". A este respecto, ha afirmado que "está siendo un año especialmente duro también por el recorte sufrido en los últimos tiempos en los derechos y libertades de las mujeres, una situación sobre la que es necesario que la sociedad reflexione".