Condenado a 12 años de prisión el acusado de matar a un amigo a pedradas en Níjar

La Audiencia de Almería ha condenado a 12 años de prisión a J.B., el hombre de 31 años a quien un jurado popular declaró culpable por unanimidad de la muerte a pedradas en diciembre de 2011 a un amigo con el que había tenido una discusión previa en Níjar (Almería) y a quien había amenazado previamente con un cuchillo aunque un tercero impidió presuntamente que lo apuñalara.

La Audiencia de Almería ha condenado a 12 años de prisión a J.B., el hombre de 31 años a quien un jurado popular declaró culpable por unanimidad de la muerte a pedradas en diciembre de 2011 a un amigo con el que había tenido una discusión previa en Níjar (Almería) y a quien había amenazado previamente con un cuchillo aunque un tercero impidió presuntamente que lo apuñalara.

El magistrado presidente del tribunal ha impuesto al acusado, además, el pago de una indemnización en concepto de responsabilidad civil de 250.000 euros al hermano de la víctima, según ha indicado a Europa Press el abogado que ha ejercido la acusación particular, Esteban Hernández.

El veredicto, leído en audiencia pública hace diez días ante la Sección Segunda, consideró a J.B., quien tiene antecedentes por robo en casa habitada, autor de un delito de homicidio y rechazó que actuase con su capacidad volitiva y cognitiva afectada aunque si reconoce que estuvo consumiendo alcohol antes de cometer el crimen.

Para dictar la culpabilidad, aludieron a que, cuando fue detenido en su domicilio a la mañana siguiente del crimen, J.B. tenía manchas de sangre en ropa, calzado y manos cuyo ADN coincidía con la víctima, así como heridas compatibles con el uso reiterado de una piedra.

Hicieron referencia, asimismo, a que los testigos que situaron a J.B. en el lugar donde se produjo la pelea y que lo vieron con el arma homicida en la mano, relataron que tenía un "carácter violento" y al hecho de que se encontraron huellas compatibles con la de su calzado junto a "un reguero de sangre de la víctima".

Según se recoge como probado, el acusado y la víctima se encontraban en la madrugada del 27 de diciembre junto a otras personas en una explanada de tierra ubicada en el paraje Cortijo Castro, en la barriada de San Isidro de Níjar.

En un momento dado, y sin que conste el motivo, surgieron "desavenencias" entre ambos que desembocaron en una riña fuerte. En el transcurso de la discusión, J.B. sacó un cuchillo que ocultaba entre sus ropa, con un hoja de 24,5 centímetros, y la esgrimió contra la víctima "con intención de agredirle".

H.A. intentó defenderse y sufrió heridas de carácter defensivo en ambas manos pero uno de los compatriotas que se encontraban allí "acudió en su auxilio y consiguió arrebatarle" el arma, "rompiendo la misma por la hoja y arrojándolo al suelo. Una vez que se consiguió que cesara la agresión y la discusión entre ambos, el resto de las personas que estaban en el descampado abandonaron el lugar.

Hallado por un operario de basuras

Cuando ambos se quedaron solos, J.B. golpeó a H.A. en la cabeza de manera "repetida y con gran energía" usando "dos piedras" hasta que lo mató. Las piedras tenían un grosor de 4,7 centímetros y sus dimensiones eran de "10,3 por 8 centímetros" aproximadamente.

La víctima falleció "única y exclusivamente" por las heridas, hasta 13, sufridas como consecuencia de los golpes en la cabeza, que "le produjeron un traumatismo craneoencefálico severo con hemorragia masiva y la destrucción de los centros nerviosos, ocasionándole el inmediato fallecimiento".

El cuerpo sin vida de H.A., de 28 años, fue descubierto por un empleado de servicio municipal de basuras de Níjar a las 05,00 horas del día 27 en la explanada, donde el acusado "le dejó tendido, desentendiéndose de él".

La fiscal mantuvo tras el veredicto su petición para el procesado de 13 años de prisión en atención a la "gran brutalidad" con la que causó la muerte a la víctima y su "propia personalidad" y ha interesado el pago de una indemnización de 300.000 euros a su hermano.

La acusación particular, por su parte, pidió 15 años, la máxima prevista por el Código Penal al considerar que J.B se prevalió de su "manifiesta" superioridad dado que el fallecido se encontraba "prácticamente en estado de coma etílico" cuando se inició la pelea entre ambos a pedradas.

La defensa, ante la decisión los integrantes del jurado popular, solicitó para su patrocinado, en prisión provisional por esta causa, la mínima, diez años de prisión, y ha reclamado al presidente del tribunal que tenga en cuenta que había estado "ingiriendo alcohol".

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