Día de emociones para los galardonados. Once andaluces ilustres recibieron la Medalla de Oro de Andalucía y José Saramago, el título de Hijo Predilecto. En el teatro de la Maestranza, el escritor portugués habló en nombre de todos. Sin leer ni una línea de su discurso dijo que Andalucía «no es mi tierra pero es tierra mía». Y comparó su designación con el Nobel que recibió en 1998: «no nací para serlo, pero lo soy».
La poetisa cordobesa Juana Castro pidió que el AVE pare en Los Pedroches «para evitar el despoblamiento» de su tierra. La almeriense María García Torrecillas, que protegió a mujeres refugiadas durante la Guerra Mundial y que vive en México, dijo que lleva a su país en su corazón. Para la bailaora Eva La Yerbabuena «Andalucía es una madre de la que se aprende día a día». Litri agradeció el premio a la Junta y al mundo del toro. El cantante Raphael recordó que Andalucía ha evolucionado pero no ha perdido la esencia. El resto de medallas recayeron en el empresario Ramón Contreras, el músico Javier Ruibal, tres baloncestistas y el Real Betis Balompié.
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