La iniciativa rechazada proponía también contratar un servicio de vigilancia interior en todos los colegios públicos de la capital en los que se hayan registrado casos de agresiones, tráfico de drogas, robos o actos vandálicos.

La concejala de Empleo, Ana Botella, justificó el voto negativo de la mayoría con dos argumentos: las empresas con las que se contratan las actividades extraescolares ya se encargan de atender a los niños y de cerrar los centros y ya existen en Madrid 156 agentes tutores de la Policía Municipal que realizan actuaciones directas con los centros, tanto dentro como fuera de los mismos.

Además, Botella aseguró que los responsables del Gobierno municipal "conocemos las necesidades de los madrileños y las atenderemos como siempre hemos hecho", en referencia a las propuestas en esta materia que el PP incluirá en su programa electoral.

Quejas de la oposición

El concejal socialista Rafael Merino, responsable de la Proposición, consideró "no procedente" la respuesta y se quejó de que una iniciativa "constructiva", como consideró la suya, hubiera sido rechazada con el argumento de que las elecciones están próximas y cada partido hará sus propuestas al respecto en su programa.

A su juicio, en los centros educativos madrileños "no existe una protección institucional adecuada fuera de las horas lectivas" y "lo más apropiado" sería que fueran los conserjes los que cubrieran ese horario.

En segundo lugar, sostuvo que los colegios deberían disponer de vigilancia igual que ocurre con "centros municipales de todo tipo", algo que, según dijo, era una propuesta que le habían formulado varios directores de centros educativos y responsables de asociaciones de padres