Representantes de la cultura valenciana piden un cambio de política para no meter el sector "en el cementerio"

Advierten de cifras de paro que superan el 90 por ciento en audiovisual y artes escénicas

El presidente de la Associació d'Editors Valencians, Jesús Figuerola, el presidente de l'Associació de Productors Audiovisuals Valencians, Ximo Pérez, y Toni Benavent de Albenta Teatre han lanzado este jueves una "llamada desesperada" a la Administración para que lleve a cabo un "cambio radical" en el rumbo de su política cultural y evite "meter en el cementerio a todo el sector".

Así lo han manifestado en una mesa redonda sobre 'La visibilidad de las empresas culturales del libro, las artes escénicas y la producción audiovisual en tiempos de crisis' organizada por el Consell Valencià de Cultura (CVC), en la que también ha intervenido su presidente, Santiago Grisolía, el secretario Jesús Huguet, y algunos consejeros del órgano consultivo, que se ha comprometido a llevar un informe con las conclusiones y propuestas de la mesa ante el Gobierno valenciano.

Desde el mundo del teatro, Benavent ha advertido que si este sector siempre ha subsistido en precario, ahora ha pasado de estar con el agua al cuello a estar directamente "bajo el agua". Se han cerrado salas y compañías y las que quedan en pie están más que nunca "por amor al arte" en "condiciones de limosna", ha asegurado.

De hecho, si el 73% de los actores españoles no pueden vivir de su profesión, el porcentaje se eleva hasta el 90% en el caso de la Comunitat Valenciana y poco menos de la mitad no llega a ganar 664 euros al mes de salario. "Queremos ganarnos el pan como cualquier otra profesión" ha señalado el productor teatral, "pero ahora no podemos".

A su entender, los últimos años de crisis económica el Consell han llevado a cabo "políticas erráticas" y "recortes inmisericordes" en el plano cultural que "pueden hacer perder en pocos años lo que ha costado tanto consolidar". "Cada vez lo ponen más difícil", ha advertido, y con medidas como la destrucción del Circuit Teatral o el cierre de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) se ha "agravado la situación" hasta tal punto que "solo queda el exilio o la muerte", ha sentenciado.

En la misma línea, desde el sector audiovisual, Ximo Pérez ha advertido que cuando se haga efectivo el despido de los trabajadores de RTVV, el paro entre los profesionales del sector se elevará al 92%. "Si la cosa no cambia, en tres o cuatro meses, las empresas tendrán que irse fuera" y "todo el sector irá al cementerio sin vuelta atrás". Ante estas previsiones, ha exigido al Consell un 'Plan Estratégico' con "soluciones de emergencia".

Pérez ha dibujado así un panorama "pesimista" agravado por una falta de claridad política: "No sabemos dónde vamos ni que dirección tomar ni en televisión ni en cine" a pesar de que piden unos "presupuestos ridículos", en comparación con otras regiones o países.

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Pedir a tve que compre producción valenciana

En este sentido, ha dado cifras para ilustrar la diferencia de apoyo institucional: en 2011 Cataluña invirtió en libros y audiovisual 39 millones de euros, Madrid 20 millones, País Vasco 10, Galicia 5,5 y la Comunitat Valenciana 1 millón. "Si no estamos más equilibrados, estamos fuera de juego y no podemos competir" con el resto.

En el caso de TVE ha precisado que de las 300 películas que compró el año pasado, el 58% fue a productoras de Madrid, el 29% catalanas y el 13% restante al resto de CCAA. En concreto valencianas "sólo compró 5". Por ello, ha solicitado a la consellera de Cultura, Maria José Catalá, que acuda a Madrid y "hable con quien tenga que hablar para que compre producción valenciana".

En cuanto al cine, ha especificado que de 2005 a 2009 la Generalitat, a través del IVAC, invertía entre 5 y 6 millones de euros anuales, en 2013, integrado en CulturArts, ha destinado 475.000 euros que "no dan ni para hacer una sola película". Cuando Francia invierte 400 millones en su cine, España poco más de 30 millones.

Asimismo, ha criticado la gestión de la Ciudad de la Luz, un proyecto que en su momento "ilusionó" a los productores valencianos pero cuyo "impacto se ha quedado en cero". Su rentabilidad "se ha perdido" por no marcarse "ningún tipo de objetivo claro", ha dicho.

"la tormenta perfecta" del libro

Por su parte, el presidente de la Associació d'Editors Valencians, Jesús Figuerola, ha reclamado un plan serio del fomento del libro y la lectura y un cambio de modelo social para combatir la "tormenta perfecta" en la que se encuentra inmerso el sector.

La revolución digital ha instalado la "mala percepción de que todo lo que está en la red es gratis", han bajado las ventas de libros —la Comunitat, tercera a la cola en compra de libro por habitante— y el índice de lectura está atascado en un 3%. Cifra menor todavía en lectura en lengua propia, cosa a la que no ayuda el hecho de que "algunos gobernantes continúan instalados en la confusión" como se ha visto con la polémica generada con el 'Diccionari Normatiu Valencià' de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), ha apuntado.

Figuerola ha lamentado la "invisibilidad" que sufren los profesiones del libro, la falta de fomento de la literatura en lengua propia y la falta de inversión. "Las cosas no se han hecho bien". En las legislaturas de Zapatero, ha recordado, el Ministerio de Cultura se comprometió a aportar dinero para la compra de material para bibliotecas públicas si la Genralitat aportaba lo mismo, "nunca lo hizo y se dejaron de ingresar unos 10 millones de euros", ha lamentado. "Y eran los mismos años de la Fórmula 1, la Copa América y el aeropuerto de Castellón", ha apuntado.

Ante este panorama el profesor Santiago Grisolía ha concluido: "Solo quedan dos opciones: llorar o luchar. Yo les aconsejo luchar".

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