La estructura que debe tener un menú diario, las raciones de cada uno de los alimentos que es recomendable comerse y consejos para los menores con algún problema o alergia están en la primera parte de este documento que se presentó ayer.

Las familias también contarán con un menú semanal con la distribución de las diferentes comidas. «Es importante saber qué se puede comer de forma muy saludable si se conoce cómo unir los alimentos», afirmó la directora del departamento de nutrición de la Universidad de Valladolid, Margarita Alonso.

De esta manera, productos como la verdura o las legumbres, que no gustan a todos, se pueden unir a la pasta para que los niños las coman mejor. Por otra parte, pescados como el emperador, con una textura parecida a la carne, son mejor asimilados por los niños.

«Sabemos que en muchas familias no hay demasiado tiempo para cocinar, por eso son recetas sencillas, rápidas y baratas en las que están presentes los alimentos de la Comunidad», añadió Alonso. En su elaboración han participado cuatro cocineros.

Menús para el frío

Son las páginas en azul. Un menú podría ser alubias estofadas, lenguado en salsa verde y naranja. Otra propuesta es pastel de patata, merluza a la romana con ensalada y plátano con yogur.

Propuestas para el calor

Las páginas marrones. Pisto, rollito de pollo con patatas y crema de yogur y naranja. La hamburguesa se puede comer si es casera y se acompaña con una menestra de verduras. De postre, arroz con leche.

Comidas ocasionales

Son más fuertes y pueden ser unos judiones de la Granja, una crema de pan de Valladolid, conejo a la cazadora, garbanzos de Fuentesaúco con gambas o solomillo relleno con patatas. Todo de la región.