Ayudar le está saliendo caro, muy caro, a Javier Alonso, de 26 años. El pasado lunes, nada más salir de su trabajo (en la pista de Silla), presenció un choque entre la excavadora que iba delante de él y un coche. Paró a ayudar al conductor del turismo y se cortó el tendón de un dedo pulgar al tratar de romper la ventana. El hombre murió.Su sorpresa llegó cuando la mutua de su empresa, Fremap, se desentendió de la operación por la que tuvo que pasar el viernes en La Fe: «Dicen que no se hacen cargo porque fue una parada voluntaria y que me tenía que haber quedado quietecito, algo que es delito». La compañía alega que no corre con los gastos porque «habrá incumplido algún requisito de la ley».