Un hombre de 33 años, que ya se encuentra en prisión, ha sido detenido en Cáceres acusado de realizar, al menos, siete agresiones sexuales a chicos menores de entre 13 y 16 años con los que contactaba a través de la red social Tuenti haciéndose pasar por una joven llamada 'Marian', para conseguir intercambiar fotografías de contenido sexual con las que después chantajeaba a sus víctimas.

El detenido, que no tiene ni antecedentes penales ni actividad laboral conocida, colaboraba como ayudante de entrenador en una actividad deportiva ajena a cualquier centro educativo y conocía a las víctimas a raíz de esta práctica deportiva.

Contactaba con los chicos a través de Tuenti como si fuera una joven de unos 17 años y les pasaba fotos de contenido sexual falsas a la vez que pedía a las víctimas que le remitieran imágenes similares que, en ocasiones, se las hicieron llegar por esta red social o por whastapp. Una vez que tenía las fotos solicitaba un encuentro personal con ellos amenazándoles con difundirlas en el caso de que no accedieran al contacto, cosa que algunos chicos hicieron pero otros no.

De momento hay unas 22 denuncias interpuestas pero el detenido tenía más de 300 contactos en la citada red con menores, por lo que la Policía Nacional continúa con la investigación y las entrevistas a las posibles víctimas tras la denuncia que un padre, acompañado de su hijo, interpuso el pasado 15 de enero sobre estos hechos.

Los detalles de esta operación han sido dados a conocer este jueves en la Comisaría de Policía de la capital cacereña por parte del delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias; el comisario jefe, Luis Ochagavía, y el jefe de la Brigada de la Policía Judicial, Cipriano Arévalo, quien ha señalado que las agresiones se producían en un cuarto de ascensor del que el agresor tenía llaves o, incluso, en los propios elevadores, aunque no han desvelado el lugar exacto de perpetración del delito.

Una vez conocidos los hechos se abrió una investigación para conocer la verdadera personalidad de este hombre que ya está en prisión y que ha podido estar actuando "durante un año más o menos" solo en la capital cacereña, pues no se tiene constancia de víctimas de otras ciudades.

Arévalo ha explicado que "muchos de los chicos rechazaron el contacto personal", pero otros accedieron a las condiciones del detenido, que vive en la capital cacereña con sus padres, por miedo a las amenazas de difusión de fotos personales, pero a la vez ha lanzado un mensaje de tranquilidad a las familias, porque este individuo "ya está en prisión".

Además, se ha advertido a los padres que controlen y limiten el acceso de sus hijos menores a las redes sociales y les expliquen los peligros que pueden entrañar casos como este de suplantación de la personalidad y de posterior acoso o agresiones sexuales.