El sector cerámico español prevé cerrar el ejercicio 2013 con aumentos del 5 por ciento en ventas, hasta 2.800 millones de euros, de entre un 3 y un 4 por ciento en producción, que superó los 400 millones de metros cuadrados, y un repunte del 8 por ciento en exportaciones, que alcanzaron los 2.248 millones de euros y representaron el 80 por ciento de las ventas, en un año en que su crecimiento "empieza a moderarse".

Por contra, en el mercado nacional experimentó una caída del 3 por ciento, hasta los 552 millones de euros, en línea con los seis años de descenso que acumula y sin perspectivas de crecimiento a corto plazo.

Así lo ha señalado este miércoles el presidente de la patronal azulejera Ascer, Isidro Zarzoso, en la rueda de prensa anual que ofrece en el marco de Cevisama, en la que ha augurado un 2014 "difícil y con muchas incertidumbres por despejar", entre las que destaca la reforma eléctrica.

Al respecto, ha alertado de que la metodología anunciada por el Gobierno "es un nuevo mazazo" para el sector y, además, "no se adapta en absoluto ni al funcionamiento ni a la situación de las industrias azulejeras" al tiempo que "pone en peligro la continuidad del sistema -de cogeneración— y amenaza la competitividad del sector" en relación con empresas de otros países, ajenas a esos costes añadidos.

"Su impacto en la actividad va a ser muy grave", ha recalcado Zarzoso, quien defiende que "la industria no tiene que pagar las consecuencias de una ineficaz política energética" y reclama que "se tenga en cuenta una industria competitiva, exportadora y generadora de empleo, que utiliza la cogeneración en su proceso industrial de forma muy eficiente energéticamente". "Merecemos trabajar en un entorno en que se reconozca el esfuerzo de los empresarios y sus empresas, competitivo y flexible", ha sentenciado.