El ex jefe del comando Vizcaya de ETA Arkaitz Goikoetxea ha exculpado en la Audiencia Nacional a una acusada de participar en el intento de secuestro del concejal socialista Benjamin Atutxa, al manifestar que esa acción "nunca existió" y "se inventó" ante el juez Baltasar Garzón la declaración videográfica en la que confesó que 'Txeroki' les había encargado "secuestrar y ejecutar" al político del PSE.

Así se ha pronunciado el antiguo dirigente de la banda terrorista durante el juicio celebrado este martes contra la etarra Olga Comes por presuntos delitos de conspiración para la comisión de un delito terrorista de detención ilegal y depósito de explosivos y armas. El fiscal Pedro Martínez pide una pena de 13 años de cárcel y que se le prohíba acercarse durante diez años al edil socialista.

Goikoetxea ha respaldado la versión de la acusada basada en que solo intervino en labores de infraestructura y no realizó vigilancias o informaciones sobre Atutxa. El testigo, con obligación de decir verdad y condenado por el Tribunal Supremo por este intento de secuestro, ha señalado que esa acción fue "falsa" y se la inventó para "salir del paso y seguir la lógica de los interrogatorios" que realizó bajo presiones en dependencias policiales. "Todo fue una invención", ha remachado.

El etarra ha afirmado que en aquella ocasión se acogió a su derecho de mentir como detenido, al tiempo que ha limitado la participación de Comes a una "función muy clara", la de abastecer al comando de infraestructuras y actuar como la "cara visible" en el contrato de alquileres puesto que su fotografía junto con la de Jurdan Martitegui eran "mediáticas".

"no participé en atentados"

A preguntas de su defensa, la acusada Olga Comes también ha negado haber participado en el traslado de armas o explosivos y ha añadido que "en absoluto" vigiló a Atutxa ni intervino en atentados. "Eran cosas que no tenía por qué saber ya que no iba a participar en acciones", ha remachado.

En este sentido, Comes ha explicado que su papel se limitó a buscar a través de Internet un piso en el municipio riojano de Ezcaray y otro en Logroño para contactar con sus propietarios y que residieran allí los miembros del comando 'Askatasuna Haizea', Arkaitz Goikoetxea y Jurdan Martitegui.

Ambos testimonios han sido rebatidos por varios guardias civiles, que han destacado que Goikoetxea realizó a mano alzada un croquis con la ubicación del zulo donde guardaban ampollas de tranquilizantes, jeringuillas, explosivos y detonadores. Después, guió a los agentes hasta el depósito donde explicó "voluntaria y espontáneamente" a Garzón el fin último de su acción.

En su relato, el etarra señaló que Garikoitz Aspiazu Rubina, alias 'Txeroki', les dio "información precisa" sobre su víctima, Benjamin Atutxa, aunque luego Olga Comes "confirmó que llevaba escolta" y el comando desistió de asesinarle. "El secuestro iba a consistir en detenerle, aplicarle unos tranquilizantes para mantenerle sedado 48 horas y después ejecutarle", ha precisado el instructor del atestado.

El propio Benjamín Atutxa, concejal socialista de Eibar desde 2003 hasta 2011, ha confesado por videoconferencia que durante aquel tiempo sintió el "rechazo de parte de la izquierda abertzale radical, de Herri Batasuna" pero no recibió amenazas directas de ETA. "Hubo un periodo de tiempo en el cual prescindí de escolta al pensar que no estaba en situación de peligro, pero cuando volvieron los atentados tuve de nuevo protección", ha remachado.

Los dueños de las viviendas de Ezcaray y Logroño que alquilaron los terroristas también han declarado por videoconferencia para afirmar que Olga Comes se ocupaba de la gestiones y los hombres apenas intervinieron para efectuar los cobros o recoger las llaves. Entre los enseres abandonados por los terroristas, se encontró un rastro genético de Martitegui.