Mano dura con los que se cuelan en el metro sin billete. Esta es la filosofía que está aplicando Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) para lograr reducir su índice de fraude.

Y es que los interventores realizaron el año pasado un total de 308.925 controles en todas las líneas de metro y tranvía, con un resultado de 7.215 viajeros sancionados por no llevar billete, un 5% más que en 2012.

Todos ellos fueron multados con 50 euros, que se rebajan a 20 por pronto pago. En caso de impago, la empresa pública abre un procedimiento judicial y denuncia al usuario por estafa.

Fuentes de FGV han explicado que el incremento en las sanciones se debe, principalmente, a que son mucho más estrictos a la hora de imponer la sanción: «Antes, muchos viajeros justificaban que no habían ticado porque la máquina estaba estropeada, pero ahora las tenemos controladas y las averías son casi inexistentes, así que, salvo que sea por algo que el viajero pueda demostrar, todos son multados».

De esta forma, según las mismas fuentes, el índice de fraude quedó reducido en 2013 al 2,28% de sus 59,9 millones de viajeros. En 2012, el fraude fue del 2,93%, y en 2008, cuando alcanzó su máximo histórico, del 9,87%.

Por líneas, el mayor porcentaje de fraude del pasado año se situó en los itinerarios con tramos en superficie. Con un 3,73%, encabeza la lista la línea 1 (Llíria/Bétera-Villanueva de Castellón), que posee casi 100 kilómetros de longitud, de los que solo unos 8 kilómetros son bajo tierra.

Después de la línea 1, se situaron las de tranvía 4 y 6, también en superficie, con el 3,57% y, finalmente, las líneas 3 y 5, con el 0,56%, siendo el trazado de esta última totalmente soterrado.

De esta forma, el fraude es más elevado en tramos en superficie donde no hay estaciones con personal de FGV, así como en apeaderos o en los vestíbulos secundarios no atendidos.

El aumento del servicio de intervención en líneas tranviarias y de metro en exterior, unido a la instalación de nuevos tornos sin posibilidad de cruzamiento lateral, así como la instalación de cámaras en los vestíbulos son algunas de las medidas que han posibilitado que el índice de fraude haya bajado. Además, desde el pasado mes se ha sumado al dispositivo la Policía Autonómica.