El comité de empresa de Coca-Cola ha informado de que las máquinas de producción de la fábrica situada en Camí Fondo de Palma están paradas y que tan solo queda "jarabe" para elaborar los refrescos de la marca Coca-Cola en Baleares durante tres o cuatro días.

Asimismo, según ha destacado UGT en un comunicado, casi la totalidad de los 150 trabajadores de Coca Cola Iberian Partners en Mallorca y Menorca han secundado el primer día de huelga indefinida contra el cierre de la planta embotelladora de Palma y el ERE que plantea la multinacional.

Como consecuencia de la huelga, los camiones tampoco están cargando mercancía en la planta de Palma para distribuirla a las grandes superficies y almacenes de reparto.

Asimismo, la administración comercial no está atendiendo el servicio de atención al cliente ni el departamento de ventas toma pedidos. También se ha paralizado la visita a bares, cafeterías y restaurantes para atender la demanda de bebidas de Coca-Cola.

Durante todo este lunes y el tiempo que dure la huelga indefinida, los empleados de la multinacional harán turnos para mantener las concentraciones a las puertas de la fábrica.

Por otro lado, una representación de los trabajadores de la embotelladora ha ido visitando a lo largo de este lunes a las empresas que reparten los refrescos para pedirles su solidaridad. "Hoy podrán repartir los pedidos del viernes, pero mañana ya no habrá refrescos que distribuir", ha manifestado el secretario del comité de empresa, Juanjo Bustins.

La Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT en Baleares (FITAG-UGT) ha mostrado su satisfacción por el seguimiento que está teniendo la huelga indefinida, el que tuvieron los paros parciales que se realizaron el 4 y 6 de febrero y por las diferentes concentraciones y protestas que protagonizaron los trabajadores de Coca Cola a lo largo de la semana pasada.

FITAG-UGT espera un gesto de la empresa de cara a la negociación del ERE que se reanudará el próximo miércoles en Madrid y también una implicación real del Govern balear para intentar paralizar el cierre de la planta embotelladora de Coca-Cola en Palma.