El niño, de 13 años, herido en el derrumbe de la casa de la calle Palomares evoluciona favorablemente, se le ha retirado la ventilación mecánica y no sufrirá secuelas neurológicas, según el último parte médico. Además, se mantiene estable y bajo vigilancia.Su hermana, de 20 años, que salió ilesa del accidente del lunes, apunta a la obra del solar de al lado como la culpable del derrumbe de su vivienda y de la muerte de sus padres, Antonio Sánchez García y María Teresa Fernández Murillo. «Esto no va a quedar así», añade.
El niño evoluciona bien y se mantiene estable
La hermana advierte de que no perdona.
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