La diputada socialista por Huelva y secretaria de Política Institucional del PSOE provincial, María José Rodríguez, ha señalado que, a partir de este año, y debido a una enmienda que el PP introdujo en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) en el Congreso, la financiación de la formación profesional para el empleo ha sufrido cambios que afectan, "de modo drástico, a las pequeñas empresas, hasta el punto de hacer prácticamente inviable ningún sistema de formación a aquellas que tienen de uno a cinco trabajadores, al restringir su acceso".

En declaraciones a Europa Press, la dirigente socialista ha manifestado que "esta fórmula castiga a la inmensa mayoría del tejido productivo, constituido también en Huelva, en más de un 90 por ciento por empresas pequeñas".

Hasta ahora, según ha precisado Rodríguez, el crédito de formación del que disponían estas empresas era una cantidad lineal en lugar de un porcentaje de la cotización que realizan. Así, se estableció en 2007 por un gobierno socialista, dado que en las pequeñas empresas "esta cotización es muy baja y hacía muy difícil el desarrollo de actividades formativas".

Según ha indicado María José Rodríguez, "se optó por asignar una cantidad lineal de 420 euros por trabajador y año para permitir que se llevaran a cabo sistemas de acceso a la formación que redundara en un mayor valor del trabajo y así lograr una mejora de la productividad de la empresa".

De este modo, ha apuntado la socialista, además de posibilitar la formación en el entorno de estas empresas pequeñas "se evitaba la desigualdad frente a las grandes empresas, cuya cotización, más elevada, sí les permitía dedicar parte de la misma a la formación de sus plantillas".

Por ello, la diputada ha lamentado que ahora "el PP vuelve a un sistema que se ha demostrado ineficaz, injusto y discriminatorio, estableciendo que las empresas de estas características sólo puedan utilizar un porcentaje de la cotización que realizan".

"Está claro que el Partido Popular sólo sabe aplicar la receta de la precariedad en el empleo y la de ahorro de costes que nos asemejan a países menos desarrollados que España, que empobrecen a los trabajadores y que, a la larga, son inútiles, en lugar de optar por fórmulas más eficientes y sostenibles, como la formación o la innovación", ha remarcado María José Rodríguez.